RE: [RQ] Caracteristicas y tiradas de dados

Write haof XML files: Antonio Álvarez del Cuvillo <antalvarez1976_at_...>
Fecha: Tue, 17 Feb 2004 19:37:22 +0000

> >Asi se corre el riesgo de que el jugador quiera tener 18 FUE, CON,
>>DES, INT, etc y eso no >puede ser
>
> Porque no puede ser? Si alguien quiere tener todo en 18, o en 21,
>porque no?

Bueno, 21 no lo permiten las reglas oficiales para todas las características y seres humanos ¿no? Obviamente, las reglas son modificables a gusto del consumidor, claro.

¿Por qué no puede ser? A priori por nada. Sin querer entrar en el tema de la posible dificultad de preparar o arbitrar partidas o campañas de nivel heroico (donde sí hay cuestiones racionales que alegar, con las que se puede estar más o menos de acuerdo), a veces he visto un poco de tabú para jugar personajes poderosos, como si diera culpabilidad, vendrá la "policía del rol" y nos cogerá.

Y luego en las películas, y en las novelas, y en los comics y en las leyendas vemos personajes super-guais que se dedican a salvar el mundo en grandes campañas épicas donde se decide el destino del Universo. Y a veces queremos emular esas hazañas. ¿por qué no? Parece como si hubiera un tabú, puedes leer esas historias lo que quieras, pero si juegas al rol, tienes que ser un triste mercenario que se alquila para resolver el extraño caso de la vaca de seis cabezas en el establo del Tío Harvald. Pues no, todas las historias son posibles, nivel austero o nivel épico. Eso sí, la combinación de personajes de uno y otro tipo, siendo posible, resulta mucho más difícil y problemática.

Otro tabú. "Los personajes poderosos tienen que tener una personalidad muy desarrollada, tienen que haber vivido muchas aventuras, empieza sencillo y después vete haciendo poderoso a medida que vas conociendo al personaje". Una especie de "narrativización" de los esquemas del (Greg me perdone por pronunciar su nombre) D&D. Pues no, las cosas a las claras, si nos divierte empezar sencillitos y ver el progreso de nuestros personajes y disfrutar con ello, pues adelante, pero no tenemos que contarnos cuentos. Quiero decir ¿a qué viene ese elitismo? ¿por qué un personaje poderoso tiene que estar más desarrollado que uno débil? ¿qué pasa, tienen más derecho los poderosos a estar desarrollados? Pues yo creo que no, cada persona es compleja e importante por sí misma, con independencia de su PER y cantidad de hechizos y niveles de habilidad.

Ahora bien ¿por qué no todo 18? No es un absoluto, pero en general no me parecería apropiado. Otras veces, la gente no tiene miedo a la policía del rol y se salta todos los tabúes y se pasa al otro extremo. Se suceden los números, cada vez más grandes y más desaforados y todo es inmenso y todo es enorme (los malos los buenos los enemigos los peligros las recompensas) Entiendo que todo esto puede contribuir mucho a crear un ambiente épico, gigantesco y he jugado algunas buenas campañas hiperbólicas con mucho gusto. El peligro es que se pierde el valor de las cosas, puede llegar a perderse la credibilidad del mundo y al final los números terminan por no significar nada.

Quiero decir, si todos los personajes jugadores tienen FUE 18, entonces la FUE 16 no significa nada, y la 15, no digamos, tenerla no es nada. A la larga creo que terminamos perdiendo matices y al final, si exageramos mucho, los números pierden sentido. Si los jugadores tienen FUE 29-35, ya nos hemos ido de las escalas de medida normales, al final todo son números porque los adjetivos se nos han acabado (lo cual no digo que no pueda hacerse, sino que tiene su peligro). Tener 18 pierde su sentido de "lo máximo que puede llegar a alcanzar un ser humano", es una cosa gloriosa, extrema, es el hombre-más-fuerte-del-mundo. Un guerrero fuerte, en un mundo normal, podría tener FUE 14-15, un 16 sería algo totalmente reseñable.

Algo así pasaba en nuestras partidas de juventud donde, como todo el mundo sabe, si el grupo es masculino "todas las tías están buenas" ;-)) Tanto se pasaban a veces con la descripción del número que un ASP 14 quedaba como algo casi mezquino.

En cualquier caso, teniendo presente los peligros de la opción que tome, uno debería lanzarse precisamente a lo que quiere jugar.

Saludos,

Antonio

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