-Una posibilidad es cambiar las reglas de ID, al menos a efectos de invocar demonios, incorporando bonificaciones por rituales (número de participantes, víctimas propiciatorias, terrenos impíos, elementos rituales especiales, etc.) Necesita tiempo e ingenio, y controlar las derivaciones en el equilibrio de las reglas.
-Otra posibilidad es la del conjuro especial ese que cambiara la filosofía de la Intervención Divina, etc.
A mi juicio, ambas posibilidades podrían estar bien, pero implican un poco de esfuerzo si lo único que se pretende es solucionar el problema que planteas. Puede estar bien si ayuda a dar color el juego.
Pero si lo único que te preocupa es el problema de la ID en las iniciaciones creo que hay un remedio mucho más fácil, siempre que no te estropee el ambiente:
Simplemente, aplicar la regla general de Glorantha de que las iniciaciones tienen lugar en el Otro Mundo. De hecho, esa iniciación tan rara en el mundo material me desencajaría bastante si no estuviéramos ante un culto caótico. Si la iniciación es en el Otro Mundo, como todas las demás, basta con hacer la ceremonia religiosa y los sacrificios -en este caso humanos- de rigor (creo que el Cacodemonio es un culto teísta) en el lugar y día sagrado y se abren las barreras. Una vez allí tienes que enfrentarte con los demonios, a ver qué les pareces. No sería necesario, por tanto, hacer ID, que por otra parte está pensada en el juego como una cosa excepcional para situaciones excepcionales o patológicas no como una cosa fisiológica del día a día del culto.
Saludos,
Antonio
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