> No estoy de acuerdo contigo. Aquí estamos varias personas
> defendiendo que nos gustan los juegos con una reglamentación clara,
> tendente al realismo, en la que basar las acciones de juego.
(?)
¿Y qué tiene que ver? Últimamente me estáis liando, no sé si estaré yo muy raro (profesor, época de evaluación ;-)) o si estáis intentando re-iluminarme.
Vamos a ver, retomo la conversación, a ver si me he liado:
-Germán hace una consulta respecto a unos consejos que dan en el HQ en relación con el asesinato a sangre fría.
-Yo le contesto que en mi opinión esos consejos no hay que tomárselos al pie de la letra, porque podría terminarse alterando el espíritu de lo que creo que se pretende. La idea base es que, como no es un arcade mata-mata sino una narración, debería insistirse en la importancia que tiene matar a alguien; la muerte tiene un fuerte interés narrativo y no puede tomarse a la ligera. En HQ la narración se ayuda por las reglas de manera que esa importancia puede tener efectos sobre las reglas pero en mi opinión debería evitarse el abuso por diversas razones.
-El posterior mensaje, seguramente excesivamente laudatorio, muestra su acuerdo con mi aclaración; parece que sobre todo por el tema de darle su importancia a la muerte y que el juego no se limite a sajar y pinchar, porque a veces los jugadores como si estuvieran jugando al parchís tratan la muerte con una frivolidad que prácticamente sólo tienen los psicópatas.
En este punto me pregunto ¿qué diablillos tiene que ver todo eso con que el sistema sea realista, preciso, claro, use dados o monedas o barquillos de helado? No hay ninguna comparación entre sistemas ni nada de eso, simplemente estoy tratando de entender un consejo de HQ a la luz de los principios que autoproclama. Probablemente la misma filosofía (dar importancia a la muerte) se podría extender tranquilamente a RQ, que no autoproclama principios, o incluso al D&D.
¿En qué en concreto no estás de acuerdo de lo que se ha dicho?
En cualquier caso, como advierto alguna que otra discrepancia en los términos, que quizás puede estar motivando mi incomprensión del debate, dedicaré otro mensaje a explicar cómo los entiendo yo, ayudándome con el tuyo.
Saludos,
Antonio
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