> No se, tomaros la INT-libre como una "aptitud" para la hechiceria.
> Tienes mucha, eres muy apto, tienes poca, eres poco apto
> (como muchas cosas en la vida).
> Lo que sucede que da la casualidad que coincide con la INT.
Hum... si alguien estuviera tan colgado con el simulacionismo como para introducir unas reglas de aptitud (yo diría genéricas ¿no?) me imagino que no se contentaría con algo tan simple y burdo como INT (que termina perjudicando la propia simulación).
-Primero, se debería aplicar a todo tipo de habilidades.
-Segundo, debería aplicarse con una cierta coherencia: respecto a la
hechicería, debería afectar al porcentaje máximo de la habilidad, para
que sea igual que con las demás, y si acaso la manipulación del
conjuro depende del porcentaje máximo).
-Tercero, debería aplicarse a porcentajes bastante altos. Yo puedo
escribir este mensaje a supervelocidad y dar el pego tocando la
guitarra, aunque tengo problemas graves de psicomotricidad y
coordinación oculo-manual. Vale, no soy un genio, pero a Djangho
Reinhart le faltaban DOS DEDOS de la mano izquierda. Y es Djangho
Reinhart.
-Cuarto, debería incluir más variables que una sóla característica (no
sólo hace falta DES para tocar la guitarra). Como mínimo el
modificador (en su caso el modificador mágico), y aún así sigue siendo
demasiado simple, pero todo es simple.
Así sí me lo creo. Pero eso no tiene nada que ver con la INT-Libre. Ahora bien, una cosa es que me lo crea y otra es que me sirva de algo. ¿Y para qué demonios sirve eso aparte de para divertirse haciendo reglas? ¿Para limitar de antemano el nivel de poder de los personajes jugadores? No me mola.
Si en el mundo real no está demasiado claro hasta qué punto tienes límites innatos a tus capacidades (alguno tendrás, pero a la hora de concretar en algo es muy difícil), en el rol me parece más oportuno subrayar eso de que uno pueda conseguir lo que se proponga (si le va bien, claro). En plan simulación "total" mejor quedarían las diferencias a la hora de aprender que los límites numéricos máximos.
Saludos,
Antonio
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