Por cierto, solo un apunte acerca de la espada que Germán nos ha enseñado para que nos muramos de envidia... en español eso no es una cimitarra, sino un alfanje. Los españoles hemos tenido en la edad media mucho más contacto con los ejércitos musulmanes y entendemos bastante más de armas medievales musulmanas que otras culturas europeas. El término alfanje para diferenciar este tipo de arma de la cimitarra no lo usan muchos eruditos extranjeros, aunque nosotros sabemos bien las diferencias.
El alfanje se diferencia de la cimitarra en que su hoja se ensancha conforme nos acercamos a la punta y luego muy cerca del extremo se vuelve a estrechar para formar una punta afilada. Además, tenían afilado este último tramo por ambos lados. La cimitarra también era curva, pero su hoja no se hacía más ancha a medida que se acercaba al extremo, y además solo tenía filo en un lado. Tanto la cimitarra como el alfanje eran armas muy comunes entre los moros y su uso en combate es similar, por lo que la preferencia de una u otra era un asunto muy particular de cada uno. La cimitarra estaba mejor equilibrada y era más sencilla y rápida de manejar tanto para tajar como para acometer, por contra el alfanje era un arma con el centro de gravedad más desplazado hacia la hoja y con una hoja más ancha, por lo que era más destructiva tanto en la acometida como en el tajo a costa de ser más difícil y lenta de manejar.
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