Joskin y la religión

Write haof XML files: Antonio Álvarez del Cuvillo <antalvarez1976_at_...>
Fecha: Thu, 31 Mar 2005 07:27:08 +0000

Como veo que no me explico con tanto rollo filosófico y que lo que hago es aburrir al personal, intento aburrirlo de otro modo. Contaré con una serie de narraciones cómo veo los planos esenciales. Por malo que sea, un cuento siempre dice más que la moraleja, pero adelanto la moraleja de la primera historieta de Joskin: los planos esenciales no sólo no son incompatibles con los magos ateos, sino que además ayudan a integrar la magia estrictamente religiosa en el campo de la hechicería sin problemas y a sacarla de paso del limbo de los santos.

Vamos allá.

Joskin es un joven Adepto recién ordenado que pertenece a la escuela de Debaldan, los Señores de las Aguas, cuya historia gloriosa se remonta a la Edad del Alba y seguramente más allá. Esta escuela elementalista fue popularizada y extendida por los waetargi durante la Primera Edad y ahora tiene presencia en los principales puertos de Glorantha y en particular en Sog, donde reside Joskin. La Escuela Debaldana es neutral en lo que respecta a la religión; mientras que cumplan las normas y obligaciones propias de la escuela, los Aprendices y Adeptos son libres de tener las creencias teológicas que estimen oportunas y seguir la Iglesia que les parezca o dedicarse a asuntos menos espirituales.

Joskin no tiene especiales razones para creer; no conoció familia alguna que lo educara en ninguna fe, y a lo largo de su vida ha tenido que sufrir bastante por su cuenta para llegar a donde está desde lo más bajo y ha visto demasiadas cosas escabrosas como para tener confianza en la intervención sobrenatural en la vida de las personas; como uno no se espabile por su cuenta, va listo. A veces imagina a Dios como un pensamiento supremo más allá de dónde puede alcanzar con su razonamiento, pero no está demasiado seguro de su existencia. De lo que sí está seguro es que si existiera no tendría por qué ser como dicen esos estirados Liturgistas, que no tienen ni una mínima cultura, ni idea de nada y que de hecho se contradicen habitualmente entre sí. Algunos amigos de Joskin sí que abrigan creencias espirituales; en cierto modo los envidia por tener las cosas tan claras y no sentirse tan solos como él en el universo; pero en el fondo no entiende como personas con cierta educación siguen tan estúpidamente los dictados de los Liturgistas. Es mejor no renunciar a la libertad y la conciencia, aunque a veces sean virtudes dolorosas.

La magia es otra cosa. Cuando hace magia, Joskin tiene el control de las cosas, su voluntad puede intervenir en el mundo, y, en la medida de lo posible, hacerlo un poco como él quiere. Nadie niega que esos Liturgistas hagan hechicería, aunque no precisen para sus pequeños efectos un conocimiento profundo. Cuando Joskin contempla a la gente salir de misa con su Vista Simbólica puede ver perfectamente el chisporroteo de la energía esencial extraída del Otro Mundo para consuelo de los fieles. Alguna vez incluso se ha visto obligado a contemplar una celebración, y no pudo evitar la tentación de investigador de utilizar su Vista Simbólica a lo largo del teatro.

El mecanismo es relativamente sencillo. Esas Escrituras que utilizan están sintonizadas con los Planos Esenciales como sucede con los grimorios, aunque de un modo imperfecto porque la conexión se realiza sin abrir las barreras del mundo material (lo que no puede hacerse sin el conocimiento y entrenamiento adecuados). Los liturgistas están entrenados para canalizar las energías esenciales a través de las Escrituras, y sintonizar con las propias esencias de los asistentes al culto y con las características energéticas del lugar (las iglesias no se construyen en cualquier sitio, y a veces se llenan de sustancias cargadas de esencia pura que llaman "reliquias"). El Liturgista sabe lo que tiene que pensar, lo que tiene que musitar, lo que tiene que recitar, los gestos que tiene que hacer, la forma en la que tiene que orientar sus propias energías interiores; el rebaño colabora pasivamente con los rezos recitando su papel. Todo está dispuesto para producir un efecto, para conectar con Otro Mundo. Si Joskin tuviera tiempo y ganas para entrenarse podría hacerlo perfectamente. Para que esto funcione no hay que creer en nada mientras uno fuerce su voluntad lo suficiente como para hacer su papel con plena dedicación; probablemente sus creencias ayudan a estos sacerdotes a centrar su voluntad, pero no es nada que no pueda emular una buena disciplina mental, nada hay en esos efectos que no sea explicable racionalmente. De hecho, en los malos tiempos Joskin conoció en una sórdida taberna a uno de estos curas, que vivía torturado y borracho porque había perdido la fe tras la muerte de su hija pequeña. Seguía cumpliendo con sus obligaciones y seguía lanzando bendiciones mágicas sobre el vulgo. Y todos salían contentos... excepto él mismo.

Los efectos son reales, pero por supuesto, de menor importancia, como no podría ser menos con una magia que utiliza tantas mediaciones. No pueden realizar grandes prodigios, sino pequeñas ayudas para la vida cotidiana. En su inmensa mayoría estas bendiciones son basura para la psique "Estar Contento Con Mi Posición En la Vida", "Resistir Lujuria" y cosas así. Y todos salen del templo con una sonrisa en la cara forzada por la magia, pero a Joskin le recuerdan a aquel marinero que bebía siempre ron para poder sonreir. Ciertamente, prefiere no embotar su mente con drogas mágicas y mantener la lucidez y la concentración para tomar decisiones racionales. Algunos de esos efectos pueden ayudar a la gente en su vida cotidiana; a Joskin no le molestaría que un cura bendijera un barco donde le tocara viajar (y en cambio no soportaría que utilizaran esa extraña magia pagana, que no parece fiable, dado que la Vista Simbólica no registra nada), es una pequeña ayudita que no perjudica a nadie. Pero que le pregunten al Liturgista si es capaz de invocar una Ondina para impulsar el buque, como no sea Adepto lo tiene claro. Ahora bien, aunque Joskin comprende que no todo el mundo puede dedicarse en cuerpo y alma a la Ciencia y que no todos pueden permitirse la contratación de un especialista, puestos a buscar pequeñas ayudas mágicas lo mejor es la Magia Común, que al menos no exige servidumbre a las últimas ocurrencias del fanático de turno.

Joskin ha oído hablar de las Órdenes de los Santos, una especie de bandas minoritarias de auténticos inadaptados flipados de la religión, pero nunca ha visto una de sus celebraciones, son algo más reservados que la plebe. No obstante, una vez contempló con su vista simbólica a un marinero usar uno de sus conjuros y pudo contemplar el procedimiento, por lo demás bastante familiar. Como los talismanes de los hechiceros, el de aquel marinero era también un receptor de energías de los Planos Esenciales; probablemente el talismán estaba sintonizado con el nodo apropiado y ya está. Ahora bien, Joskin se fijó aquel día en que el talismán quedaba descargado de energía después del uso de manera que llegó a la conclusión de que debería recargarse con ceremonias posteriores. Los Formularios de esos santeros parecen contar con algún conocimiento útil, pero, puesto que les falta el procedimiento intelectivo para alcanzar el Otro Mundo proyectando su conciencia, realizan algún tipo de conexión imperfecta que precisa de una recarga progresiva. Sus propios formularios no deben ser más que una recopilación de ideas, pues los pergaminos de aquel marinero no proyectaban ninguna esencia especial. A Joskin no le importaría examinar uno de esos documentos si tuviera la oportunidad, tal vez deberían ser de libre acceso en una biblioteca, pero, desde luego, esa magia no merece el trabajo de unirse a una pandilla de frikis.

Joskin entiende que a la gente ignorante esos procedimientos de hechicería barata les puedan parecer la intervención sobrenatural de algún ser trascendente, pero Joskin ha estudiado el funcionamiento de la hechicería y sabe reconocerla. Sus santos no están en los Planos Esenciales, como Debaldan no está en el Pequeño Embarcadero. Toman las metáforas, los símbolos por realidades. Probablemente estos santos fueran hechiceros del pasado cuyas enseñanzas sólo han permanecido de modo parcial, de manera que no puede conectarse con sus niveles de pensamiento más que de un modo incompleto. El procedimiento, aunque imperfecto está claro, solo que los pobres rellenan los huecos con parafernalia religiosa inútil.

Saludos,

Antonio

Este archivo fue generado por hypermail