Vaaaaaale Herr Meister; decías que la descripción del conjuro no incluía efectos visuales, te entendí mal. Pensé que había una cuestión más trascendental donde había sólo ese ejercicio de chinchar minuciosamente que tanto me gusta (¿cómo se dice en la lengua de la pérfida Albion, Magus, nitpicking?)
> Ya llevo tiempo pensando en revisar la magia espiritual - animismo.
> Me gustaría escuchar tus ideas respecto a ese tema. Siempre me han
> gustado tus comentarios sobre animismo.
No he pensado mucho sobre ello, ya que no empecé con los animistas con mis reglas de magia (voy bastante retrasado), hay dos cuestiones:
-una muy clara, el animismo terrestre está basado en la creencia de que el universo está animado por espíritus. Si en un contexto de dioses cualquier cosa puede ser una hierofanía (=presencia de un dios), en un contexto animista cualquier cosa podría contener potencialmente un espíritu, si tiene un significado (si es significativa). Que una cosa cobre significado, por así decirlo, despierta su espíritu y eso podría implicar algún tipo de percepción o intuición especial (de la misma manera que uno puede tener una experiencia religiosa al atribuir a la acción divina algún fenómeno empírico, "mirar la realidad con los ojos de Dios", and things like that). Si llamáramos magia a la realización de una serie de acciones para que, por medio de leyes impersonales lo sobrenatural haga lo que nosotros queramos, y religión a la propiciación de esas fuerzas sobrenaturales por medio de una relación personal, el animismo estaría más o menos en medio. Algunas veces fuerzas a los espíritus con ritos llenos de significado (por ejemplo, conexiones simpáticas) por existir algún tipo de "ley natural", otras veces tienes una relación amigable, otras incluso es una propiciación temerosa.
La gente no tiene que acudir necesariamente a ningún "Plano Espiritual" para invocar espíritus. PRECISAMENTE ESTÁN POR TODAS PARTES, aunque también hay espíritus en el Más Allá. Aunque puede haber ritos de iniciación donde espíritus animalescos te enseñan cosas, no necesariamente aprendes conjuros peleándote con los espíritus. De hecho, como sabes, yo mismo soy contrario a la noción "estricta" de "conjuros".
Todo el mundo hace magia, aunque normalmente el brujo es el que la hace bien. La gente tiene objetos, fetiches, las tribus pueden tener totems, un brujo puede tener una bolsa de medicina; el jefe de la tribu puede portar su estandarte. Casi siempre hay un objeto que produce el efecto, generalmente porque tiene un espíritu en su interior, o podría ser que fuera un foco que conecta con los espíritus de alrededor. El foco es lo que me gusta de las reglas normales. Sin embargo, otros efectos mágicos (conjuros) podrían ser formas de tratar con los espíritus locales (vas al árbol de no-se-qué y haces no sé-qué -cosa) o con espíritus en general (técnicas curativas con hierbas, técnicas de caza, etc.)
El animismo es propio de sociedades "primitivas" (lo que suele incluir muchos tipos de sociedades iletradas como los primitivos de RQ pero también los bárbaros y los nómadas), pero por supuesto, hay muchísimas supervivencias en sociedades más evolucionadas, de manera que la categorización no es del todo correcta (ya sabéis, yo ni siquiera divido en "tres" sistemas de magia ;-)) sino que tengo un sistema único donde encajar distintas formas).
-Una segunda. El chamanismo no es lo mismo que el animismo. Es una categoría que también se usa en comparaciones interculturales (es decir, se aplica a culturas muy alejadas entre sí) y que se basa en los estados alterados de conciencia, es decir, el éxtasis y la elevación (o descenso) a mundos superiores (o inferiores), el contacto con el Más Allá mediante la alteración de la conciencia en culturas "primitivas" ("técnicas arcaicas del éxtasis"). Existen extáticos en culturas más evolucionadas (místicos cristianos, musulmanes, budistas, hinduístas, etc.) que tienen probablemente un origen chamánico. Al utilizarse el chamanismo para las culturas primitivas se confunde el éxtasis con el animismo (porque en una misma cultura las distintas formas de magia están interrelacionadas, claro).
Hay culturas donde todos o casi todos sufren iniciaciones chamánicas y el chamán no es una figura especializada, pero normalmente es una persona "especial" y se puede identificar con el brujo, porque adquiere una decidida vocación sobrenatural. La iniciación chamánica presenta un esquema típico en el que se empieza con un período de crisis (enfermedad física o mental, decaimiento, exilio), el sujeto llega a controlar su éxtasis y recibe en el más allá la iluminación por parte de espíritus-guía (totems, antepasados, animales guía, etc.) y tiene un auténtico viajecito (o búsqueda heroica), a partir de ahí es capaz de controlar sus accesos de locura y utilizarla generalmente "para el bien de la comunidad" en un contexto socialmente apropiado. Proceso de muerte-resurrección, a veces las iniciaciones incluyen automutilaciones o representaciones ficticias de un desmembramiento.
Se aplican unas técnicas para provocar el éxtasis y controlar el subconsciente (a veces, pero no siempre sustancias psicotrópicas, también bailes con percusiones bakalao, aislamiento, técnicas respiratorias e hiperventilación, repeticiones continuas de palabras o gestos, soledad y aislamiento extremos, falta de luz en cuevas y demás, automutilaciones, privaciones y ayuno, etc.) Se entra en progresivos niveles de alucinación (primero formas muy abstractas, luego finalmente formas definidas y relacionadas con estereotipos culturales). El árbol suele ser un símbolo muy importante y a veces se sube a un árbol para los éxtasis (representa el eje del mundo y los tres mundos infierno, tierra, cielo, además de los amanita muscaria que crecen por debajo en su caso).
Aunque otros pueden tener bailes extáticos ocasionalmente, las personas que tienen estos éxtasis se consideran de naturaleza mágica y se les atribuyen grandes poderes de adivinación (en sentido amplio, visiones, percepción extrasensorial) y curación, además de poderes similares a los siddhi (místicos) como levitación.
> La cosa es que considero que a la mayoría de los dioses no les gusta
> que se tome su nombre en vano por lo que un buen creyente evitará al
> máximo hacer excesivas peticiones a su Dios. Total, que cuando piden
> algo, suele ser algo GRANDE.
Cada vez que mi abuelo pierde algo, promete a san Antonio una limosna para que se lo encuentre (de hecho, sorprendentemente, ha recuperado alguna vez el objeto en cuestión de manera curiosa ;-))) y mi abuelo es un creyente ortodoxo, con conocimiento riguroso y acatamiento de las doctrinas de la jerarquía católica. Y no considera estar tomandose demasiadas libertades (salvo la vez que apareció de manera curiosa, cuando parecía que ya no iba a aparecer, la justificación que pensaba era que se estaba poniendo muy supersticioso y que a los santos no hay que incordiarles con tonterías), es decir la justificación opera si no se consigue el efecto.
Mal que le pese a mi abuelo, me parece que en culturas politeístas existen mecanismos muy similares que a efectos de reglas de magia pueden ser tratados de manera muy similar (con independencia de que para el creyente cristiano ortodoxo, el significado sea muy diferente, la cuestión no es discutir de teología, sino hacer reglas para recrear efectos mágicos según describen las creencias de la gente).
> Un poco para paliar eso y un poco para dar color, lo que añado a mis
> reglas divinas (aunque no está en la versión de la web sino en la
> segunda parte que incluye descripciones detalladas de cada culto) es
> que, simplemente por el hecho de pertenecer a un culto concreto,
> estamos "tocados" en cierta forma por la deidad lo que puede
> conllevar efectos mágicos sin necesidad de que el fiel realice una
> petición.
Fíjate que eso, en plan "grandes cosas", concuerda con las historias homéricas y gran parte de la mitología griega, en la que los dioses intervenían "de motu propio" en la defensa de sus favoritos y protegidos de manera mágica. Yo dejo fuera de mis reglas esa "magia espontánea" por definición de magia (forzar lo sobrenatural mediante algún símbolo para cumplir un deseo), aunque indico su posibilidad.
Pero observa que lo mío es sólo una opción más. El problema de esta magia espontánea es que puede dar sensación de demasiada arbitrariedad del master. ¿NO puede el jugador contribuir a la historia en ese aspecto? Podría haber unas reglas en las que el JUGADOR decidiese que su dios interviene con independencia de lo que su PERSONAJE desea y decide en qué momento es interesante que ocurra la intervención divina, con independencia de que esté reglamentado (e.g. La Intervención Divina de las reglas normales podría hacerse así y está reglamentada; yo permitiría a un jugador hacerla cuando su personaje está inconsciente). Eso sí, para que eso no haga perder el misterio hay que dejar de creerse que las reglas de magia definan de verdad la magia del mundo y hay que dejarlas en su papel de instrumento para jugar/recrear situaciones/contar historias.
Saludos,
Antonio
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