Antonio lo ha dicho mejor que yo. A lo que me refiero es a que hay que desvincular el poder al que se accede del mero hecho de recibir oficialmente un cierto cargo/título.
> > Es decir, un estupendo fiel que está a punto
> > de ser nombrado oficialmente sacerdote, ya debería tener acceso
a lo
> > mismo (o casi) que un sacerdote.
>
> Si es muy buen fiel debería tener acceso a todos o casi todos los
> conjuros, pero al ser nombrado sacerdote podrá lanzar conjuros más
> potentes, al fin y al cabo además de ser buen fiel va a dedicar
todo su
> tiempo al dios.
La clave es "va a dedicar": eso es en el futuro. A lo que me refiero es que no debería subir su poder justo en el momento en que es nombrado sacerdote, sino cuando lleve un tiempo dedicándose plenamente al templo y a su dios.
Imagina un templo con muchos fieles y en el que no se permite el nombramiento de sacerdotes hasta que alguno de los 10 actuales se retire/muera/etc. PERO imagina que hay 20-25 fieles que hacen las mismas taréas que los sacerdotes (de hecho están a la espera de una bacante para cambiar de cargo). ¿Por qué no deberían tener el mismo acceso a poder que los sacerdotes? ¿simplemente porque tienen "un papel sellado en el que pone eres sacerdote"?
Saludetes
El Mester FER
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