[G] La Que Espera (I)

Write haof XML files: Antonio Álvarez del Cuvillo <antalvarez1976_at_...>
Fecha: Fri, 04 Nov 2005 16:24:02 +0000


Aunque la idea parece abandonada, en HW se describía el culto a las Siete Madres como un ritual con máscaras que invocaba a La Que Espera y por tanto otorgaba conciencia y coordinación colectiva a un grupo de adoradores de las Madres por separado. La idea es demasiado evocadora como para que desaparezca de Glorantha; aunque el culto misionero a las siete madres es otra cosa, el ritual que llama a La Que Espera debe existir por algún lado.

Compárese con la leyenda terrestre sobre el Diablo que acude a las

mascaradas ;-))))))))))))))))))))


Esta historia sucedió en Hurepoix, cerca de Arpajon. Yo estaba todavía en la adolescencia pero tenía ya la curiosidad de un viejo investigador y quería saberlo todo acerca del Diablo de los campos.

Tras haber atormentado alegremente a un personaje de paja llamado Bineau, mis compañeros me convencieron para ir a beber la última botella a la casa de uno de ellos. Éramos cinco y nuestros rostros estaban cubiertos con grotescas máscaras. El que había hecho la invitación fue a buscar el aguardiente, puso cinco vasos sobre la mesa y los llenó hasta el borde.

Nos levantamos las máscaras para beber y cada cual cogió su vaso, pero sobre la mesa quedó uno que nadie reclamó.

Sorprendidos, nos contamos. ¡No éramos más que cuatro!

A petición del más avisado de nosotros, que se había puesto súbitamente pálido y grave, volvimos a colocarnos las máscaras y, sin posibilidad ninguna de duda, volvimos a ser cinco. Nos quitamos de nuevo las máscaras y otra vez volvimos a ser cuatro.

—Vayámonos enseguida... *Él* está aquí... El quinto es *Él*...
—murmuró con voz apagada el que primero había sospechado.

Así tuve, muy joven aún, la revelación de que el Diablo se apunta a todas las mascaradas.

[Claude Seignolle, _Los evangelios del Diablo_, Barcelona: Crítica, 1990, tr. A. López Tobajas y M. Tabuyo]

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