[TA] Magia RQ Tierra Alternativa

Write haof XML files: Antonio Álvarez del Cuvillo <antalvarez1976_at_...>
Fecha: Thu, 05 Jan 2006 19:28:11 +0000

> Modelos de creencia exclusivistas hay muchos, y no son
> difíciles de encontrar, desde el monoteismo radical al
> excepticismo que niega la magia: si veis magia ajena a
> la que reconoce como única posible (o ninguna en absoluto)
> quedan en evidencia y se niega su cabida en este mundo!!!

Históricamente, los monoteísmos exclusivistas nunca negaron la posibilidad de que "Los Otros" hicieran magia. Su exclusivismo era teológico, no mágico. "Los otros" sí que hacían magia. Tanto que lo que hacían los exclusivistas no era "magia" sino milagros por intervención divina, aunque los mecanismos fueran análogos. Y los Otros no siempre consideraban que su magia viniera de dioses merecedores de ser adorados (a veces la magia es simplemente magia). Había escépticos (también entre politeístas), pero en los Good Old Times no negaban la realidad de la magia, sino su alcance. A nivel de teología racional urdirían explicaciones tipo el Diablo y demás, en la mayoría de las ocasiones cotidianas ni se plantearían las contradicciones, como aquel musulmán africano que enseñó a mi madre con orgullo sus ancestrales ídolos tribales. Porque el pensamiento "mágico" (que no sólo pertenece a los "primitivos", ni éstos piensan sólo mágicamente) admite contradicciones lógicas.

Contradictoriamente con lo anterior, los milagros se mostraban como pruebas de fe. Pero a la hora de la verdad, en algunas épocas de competencia entre sectas era normal que todo predicador fuera también un buen taumaturgo. No me preguntes cómo lo hacían pero la sugestión parece un buen comienzo. A nadie se le ocurría pensar que lo que hace "el Otro" fue mera sugestión. Lo que sucede es percibido por las propias categorías cognitivas modeladas por cada universo mitológico. DISONANCIA COGNITIVA. Puede ser el Diablo, una Prueba de Dios para cuestionar nuestra fe, o lo que proceda.

Según dice la tradición cristiana, Simón el Mago y Simón Pedro tuvieron un duelo de levitación. Nadie discutía que ambos pudieran volar. Por supuesto, ganó Pedro porque "tenía la razón". ¿Quién tiene la razón "en la historia"? Bueno, veámoslo jugando. Si el jugador que lleva a Simón Pedro pierde frente a Simón el Mago ¿cómo reaccionará su personaje? ¿cambiará su fe o reinterpretará los hechos conforme a su fe anterior? La respuesta no está predeterminada.

Me interesa construir unas reglas que sean "neutrales" para que la respuesta se construya jugando. Ya veremos quién gana y qué se interpreta. Si se da por válida en el mundo ficcional la cosmovisión cristiana, a lo mejor Pedro debería ganar siempre. Pero eso no me gusta, aunque los protagonistas de la historia sean el bando cristiano, bueno ESPECIALMENTE si lo son. Porque el conflicto entre las creencias y la realidad, la disonancia cognitiva, es un elemento de la historia.

Incluso podríamos jugar con escépticos, aunque menos. A menos de dificultad 10 se puede con las reglas mantener la explicación escéptica. Ante prodigios mayores es difícil que el escéptico pudiera mantener su creencia, aquí sí que hemos tomado partido por la magia. Pero aún así el escéptico podría REDEFINIR SU ESCEPTICISMO. Supongamos que jugamos en la Tierra Alternativa en el presente, con magia que funciona (curaciones reiki, pastores evangelistas milagreros, mal de ojo, etc.) Ante una curación claramente inexplicable, nuestro escéptico podría convertirse en evangelista, pero también podría buscar alguna solución más adecuada a sus categorías cognitivas. El Master, en la historia, podría tomar partido por una realidad determinada (siempre lo hace de uno u otro modo). Eso no es necesariamente malo, del mismo modo que no es necesariamente buena la neutralidad cósmica, sólo es una herramienta para que Pedro lo tenga crudo con Simón, o a la inversa.

En todo caso, no tiene nada que ver, porque ni cristianos ni judíos ni musulmanes del pasado negaron nunca que los paganos, gentiles o infieles fueran capaces de obrar prodigios mágicos. Como también la gente cristiana podía creer al mismo tiempo en duendes y hadas, en ritos propiciatorios, en grandes hechiceros del pasado en magia popular y en superstición común, manteniéndose férreamente en su monoteísmo excluyente, utilizando indistintamente ritos magico=religiosos y de magia popular o mezclando unos con los otros. Si no llovía, había quien tiraba la imagen del santo a la fuente como castigo. El Rey Salomón se suponía mago profano por derecho propio y San Cipriano se creía popularmente hechicero y autor de numerosos grimorios antes de alcanzar la santidad y todo eso y abandonar la magia.

Las creencias sobre la magia encajan fácilmente en moldes cartesianos.

Saludos,

Antonio

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