Eso dicen.
Pero cuando termina la pelea y el grupo de aventureros se retira a descansar en la zona limpia del dungeon atrancando las puertas y poniendo guardias, el íntegro personaje va a mendigarle al clérigo una sanación milagrosa que lo cure de sus rasguños, no sea que vayan a tener algo que ver con un futuro golpe de verdad. Y que lo cure de sus pérdidas de terreno, no vayan a ser que mañana incidan en su subconsciente y le peguen un trancazo.
Lo que sucede es que el D&D se planteó como artefacto de juego. El daño era daño y ya está. Como sucede en un juego de ordenador. Después, quisieron ponerse gafapastosos y, a posteriori, buscar justificaciones (que con los PV de HQ tienen más o menos sentido, porque se refieren a una contienda concreta, aunque la derrota sí que te cause "heridas" que deban ser "curadas"). El problema es que todo el esqueleto de juego está diseñado pensando que el daño es daño, lo que provoca discordancias.
Saludos,
Antonio
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