Pero el coste es vulnerar los parámetros biológicos que nos indica el sentido común, la inferencia del mundo real... en favor de un relato más novelesco... A algunos nos cuesta MUCHO asumir eso... ;)))
Y con todo, le sigo viendo problemas internos...
> Bien, supongamos que abandonando el camino de Aldrya
> vas perdiendo la runa vegetal... ¿y es eso malo?
> ¿eso te convierte en un monstruo? ¿Por qué? Eso es
> elegir arbitrariamente el punto de vista de los elfos.
No, perdona. Para un elfo, seguir siendo COMO ES resulta evidentemente lo "no-patológico" mientras que convertirse en un mutante es causa de sufrimiento. Y lo mismo se aplica a un uzco o a un humano...
La entidad con la queha nacido y se ha formado es más esencial que nunca cuando la haces BIOLOGICA!!! (cómo te sentirías si empezasen a salirte escamas?) ;P
Pero al grano:
Una actitud moral percibida "desde fuera" NO PUEDE condicionar transformaciones objetivas y manifiestas en el físico del personaje, porque no puedes hacer tan simple la interpretación de sus motivaciones...
El elfo desenraizado o el enano roto ¿son traidores? ¿Son de verdad renegados furibundos y enemigos de todos los valores que antaño les transmitieron? ¿O simplemente están buscando caminos paralelos? ¿El que se aparta de la ortodoxia es el anticristo?
Porque yo creo que puede haber personajes que pasen al bando opuesto por resentimiento (me ha gustado el enfrentamiento de Lantash con su élfico primo Ithil) pero nada impide que haya otros que no alberguen tal animadversión hacia su gente, incluso que se sientan desorientados a medida que se van apartando de la vía que tradicionalmente les había sido indicada...
Y la clave aquí es: ¿lo que marca la transformación es un factor objetivo (abandonar el culto de Aldrya) o debería interpretarse como un elemento subjetivo, del tipo de "sentimientos de culpabilidad extrema"?
Este parece ser un parámetro con que también juegas... (y ni uno ni otro son de mi gusto, por cierto)
> Por supuesto, un elfo desenraizado ha sido criado
> como un elfo y la pérdida de lo que él era antes
> puede desencadenarle culpabilidad. Si sucumbirá
> o no a esa culpabilidad o buscará adaptativamente
> una justificación y una legitimación moral para
> lo que le está pasando, eso es asunto suyo, y es
> su historia.
Pues sinceramente, si como Narrador (la OBJETIVIDAD) impones transformaciones biológicas en el personaje, estás pronunciándote sobre un aspecto equivocado... ahora, si es el propio jugador (como con Lantash) quien desea explicar transtornos en su personaje que en cierta forma "exteriorizan sus conflictos" me parece excelente... aunque intentaría jugar más con elementos de tipo psicológico y somatizaciones (caida de pelo/hojas, palidez extrema o equivalente) y puestos al tema, evidentemente, factores implicados en su nuevo culto a Mee Vorala, que es una elección buenísima para un elfo desenraizado: y así se iría cubriendo de musgo por el estrecho contacto con la vida que nace de la putrefacción, con los que desde un punto de vista biológico también entra en contacto asiduamente en sus rituales. Todo encaja aquí... ;)
Como veis, en el fondo todo es cuestión de gustos, pero creo que las definiciones demasiado rígidas empobrecen el juego. Por ejemplo, yo siempre reclamo cierta "ambigüedad calculada" para no pronunciarse nunca del todo sobre si la contaminación por hongos es algo místico (por adorar a la diosa del champiñón) o un simple efecto secundario de revolcarse en el musgo! Sencillamente me parece más interesante así...
Nos vemos.
El ladino vadelino. ;)
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