X = al tiempo de juego del que dispone ese jugador antes de marcharse.
Al empezar a investigar, el personaje mago se percata de que el resto de la comunidad de magos no están dispuestos a ayudarle por temor a crearse enemistades peligrosas. Antiguos amigos dejan de serlo de repente, y el mago deberá recurrir a quienes en un principio detestaba o por quien sentÃa graves pero infundados prejuicios. Luego se da cuenta de que puede cobrarse un favor del gremio de asesinos, ya que estos aún deben un favor a su difunto padre, y los favores debidos son una moneda de cambio respetada. Sin embargo, el mago solo puede dejar un mensaje en el gremio de asesinos, y el asesino que vendrá en su ayuda aparecerá solo cuando aparezca el segundo jugador.
El mago pronto se percata de que no va a tener tiempo de encontrar al mago enemigo para matarlo o deshacer la maldición, asà que cuenta con el asesino para cumplir su venganza. Si además haces coincidir el momento en el que se desvela el nombre del enemigo (o forma de salvación) con el momento en el que el primer jugador debe marcharse (y por tanto, su PJ muere), miel sobre hojuelas. 😋
El resto de la partida es el tiempo que tiene el asesino para cumplir la venganza (o encontrar solución) antes de que el desenlace sea irremediable. Si no lo logra, el honor y la reputación del gremio de asesinos se verán gravemente afectados. Lo que el personaje no sabe es que para ello tal vez deba enfrentarse a otros asesinos de su mismo gremio. Y, oh sorpresa final, el mago que urdió la maldición en primer lugar era el propio padre del personaje mago!!! 😈 ¡Tacháaaaaaaannn!!!
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