Pues sí que ha habido actividad hoy por aquí!!! Yo llego tarde, pero me apunto a lo que puedo...
> >Un poco dificil de tragar. La devocion a los dioses no deberia
> >impedir la "realpolitik".
> Por la misma regla de tres yo me apunto al culto de Chalana Arroy
> y asesino despiadadamente a unos lunares, y no pasa nada porque
> la devoción a los dioses no debería impedir la "realpolitik".
> O me hago un Uroxi y me busco la manera de tener rasgos caóticos
> porque está bien que en el juego existan los rasgos caóticos.
> Hay muchos dioses en Glorantha, así que la "realpolitik" no
> desaparece porque haya dioses honorables. Lo que restringe las
> posibilidades del juego en mi opinión es eliminar la honorabilidad
> de los pocos dioses honorables que hay.
Pues aunque estoy de acuerdo con la defensa que haces de las diferentes escalas de valores de cada religión y de cada cultura, que son lo que le da gracia al juego (y referencias de interpretación) me temo que exageras un poco. Me remito a lo que dice Urox: Realpolitik
Sin perder los papeles, hay que elegir entre diferentes estilos de partida, y aquí ya entramos en cuestión de gustos, pero si quieres hacerlo "realista" tienes que aceptar que lo que hago con la mano derecha lo deshago con la izquierda, y que lo que más se predica es un "haz lo que digo, pero no lo que hago..." (hoy me ha dado por los refranes...)
Te lo explicaré con un ejemplo a lo "samurai" que es un estereotipo que todos tenemos claro como el agua a base de pelis...
Según la leyenda, siguen a rajatabla el código del bushido, su honor es más importante que su vida, pues el honor personal influye sobre toda la familia, y poner una mancha de deshonor en su historial afectaría a todos sus descendientes y familiares para siempre, por los años de los años. Por eso antes que caer en una situación deshonrosa, prefieren el suicidio ritual!
Todo esto venía descrito en detalle en el Tierra de Ninjas y además de ambientar de maravila el juego, es 100% histórico.
Ahora bien... ;)
El propio libro te recuerda que puedes jugar con muchos tipos de personajes, y que el campo de acción es tan amplio como son las mentalidades humanas, pues los samurais no eran máquinas...
Y te menciona el gracioso detalle de que pese a tanto bushido, la mayoría de las familias y clanes esperaban al máximo en cualquier disputa (si les dejaban!) para apoyar al ganador!
O que muchos clanes pequeños eligieron partiese en dos bandos distintos en un enfrentamiento, para que así alguno de los suyos estuviese seguro entre los supervivientes, y después pudiese ayudar a los demás...
Y bueno, la mejor de todas: que la historia, que es mu mala para las leyendas, cuenta como la mayoría de las guerras relevantes se ganaron o perdieron cuando uno de los clanes al servicio de un señor cambiaba de bando traicioneramente y empezaba a apoyar al contrincante, que generalmente le ofrecía más privilegios, más tierras y más títulos... Como la vida misma!
Es decir, que no hay nada nuevo bajo el sol... ;)))
Pues en Glorantha lo mismo, aunque admito puedes incluir los matices que quieras por la constatación de la presencia de las difeentes Deidades ("que venga Dios y lo vea!": Y Dios viene...) ;)))
Pero a fin de cuentas todos somos humanos (menos los elfos!) y el el fondo unos fistros pecadores de la pradera... (esto no lo entendereis al otro lado del charco, pero no os perdeis nada, podeis estar seguros...) ;)))
O bueno, en mis partidas desde luego que sí...
> Luego los matices son innumerables porque una cosa es el ser
> y otra el deber ser, como cuando un iniciado de Orlanth colabora
> con el gobierno lunar, que los hay.
No, si al final estaremos de acuerdo (solo cambia el grado!)
Pues como decía Pazos en Airbag: "A los hechos me repito!" (esta si que era buena!)
Pues eso.
Nos vemos.
El pecadorrrr del vadelino.
(al menos con los vadelis nadie te dirá: "Pero cómo has podido...?")
;)))
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