A mi no me parece que los elfos no sean coherentes, ni que sean ridiculos ni nada por el estilo. Simplemente son diferentes a los de Tolkien. Si te fijas en los duendes del bosque de casi cualquier mitologia antigua, son as�. Seres con piel de corteza de arbol, con musgo en lugar de pelo. Seguro que todos habeis visto en las tiendas de regalos los elfitos, duendes y brujas con la cara arrugada que venden como adorno. Todo eso esta basado en ese tipo de elfos.
Yo tampoco dir�a que son rid�culos ni incoherentes. Para m�, el cambio que se hace de los elfos, cambia completamente la raza hasta hacerla irreconocible. S�, tiran con arco, tienen orejas puntiagudas y son inteligentes, pero ninguna de esas cosas era importante para definir un elfo al menos seg�n mi manera de verlos. Para mi su esencia era seres seres eminentemente m�gicos, inalcanzables, con distintas caracter�sticas que se escapaban de lo mundanal como su belleza o su dulzura. No veo nada de mis elfos en los de Glorantha as� que no los siento como tales. �Que est� bien lo creado en Glorantha? S�, a m� me gusta, pero no como elfos, lo siento pero no.
Y por ultimo, cuando mis jugadores querian joder la partida lo que hacen es pedirme un ogro, un troll o algo gordo que no vaya a volar de un machucazo. Los que han jugado con patos, sin ningun tipo de prejuicios lo han disfrutado mucho, y han llegado muy lejos (algunos).
En mi mesa nadie se hac�a patos serios porque eran manejados por lo dem�s jugadores. Se ha dado el caso de sospechar los jugadores que en una habitaci�n pod�a haber una trampa y ni cortos ni perezosos, cogieron al pato y lo tiraron dentro... Efectivamente hab�a una trampa... As� que los patos en mi mesa son grandes supervivientes, normalmente eurmalitas, que son capaces de acojonar al PJ m�s pintado con alguno de sus extra�os conjuros.
Ethaniel
"Merece la muerte, la merece sin duda. Muchos de los que viven merecen la muerte y algunos de los que mueren merecen la vida. Pero, �puedes devolver la vida? Entonces no te apresures en dispersar la muerte, pues ni el m�s sabio conoce el fin de todos los caminos..."
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