La verdad es que eso de la subjetividad trae muchos problemas. Un uroxi fanático podría detectar cualquier desviación como caótica, con su correspondiente hachazo de rigor, y a lo mejor no lo es. Yo siempre había pensado que el Caos estaba bien definido en Glorantha. Después de todo en la Oscuridad Mayor todos los dioses lo combatían, y no creo que pensaran al respecto de forma subjetiva. Es más, algunos conjuros dejan la "mancha del Caos", por lo que algo objetivo debe haber ahí.
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> -Y luego está el típico círculo vicioso del relativismo. Si todo la
> realidad es ilusión y no hay verdades absolutas, esa misma
afirmación
> no puede ser una verdad absoluta. O dicho de manera menos liosa,
> ¿estamos dando validez universal a la doctrina de los místicos o
> embaucadores frente a todos los demás?
Algo similar le pasó a Sartre cuando en una de sus conferencias afirmó que la verdad no existía, y alguien del público exclamó ¡que gran verdad es esa!. Si seguimos por ese camino no es nada dificil encontrarse con contradicciones.
El problema, opinión personal, es que al Staffador la olla se le va cada vez más. Queda muy bonito decir que la mitología hindú toma el mundo como irreal, como si fuera un sueño. Pero el problema radica en que la tierra no es glorantha. En la tierra los mitos no son reales, surgen como explicación de algunos fenómenos o acontecimientos. Y desde su propia perspectiva están en la verdad.
Cuando el desarrollo económico y tecnológico posibilitó que sabios griegos viajaron a Egipto o Mesopotamia, muchos identificaron a algunas deidades de esas regiones con las propias deidades griegas. Otros en cambio se dieron cuenta de que distintas mitologías o religiones daban distintas explicaciones a los fenómenos del mundo. De ahí a desconfiar de los mitos no hay más que un paso. De hecho los filósofos griegos parten de la base de dudar de la veracidad de los mitos.
Pero en Glorantha los mitos son reales, y uno no duda de su veracidad cuando puede contemplar las hazañas de su dios en primera persona. Tan reales en una mitología como en otra. Mi idea de Glorantha era una verdad absoluta e incomensurable, de la que las diferentes culturas o religiones tienen una perspectiva incompleta. Posiblemente los que más se acercaran a esa verdad fuesen los Aprendices de Dioses, pero a medida que leo más cosillas del Staffador parece que esa verdad se diluye cada vez más. Si esto es así, para aquellos fieles que se queden enfrascados en su cultura no habría problemas, pero aquellos un poco más despiertos o poderosos que viajaran y conocieran explicaciones alternativas a un mito en cuestión podría provocarles algún shock. Igual sería el comienzo para la conocer la doctrina de la Iluminación, culminación del relativismo.
Waertag
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