En Glorantha, todas las figuras, deidades, o acontecimientos tienen sus adeptos. La encarnación del mal, el Nysalor que combatió Arkat, es vista por los pelorianos como un ejemplo de bondad. El temible caudillo que asoló el Imperio Lunar, es visto entre los nómadas con aceptación y orgullo. Incluso el Caos tiene sus adeptos en tierras civilizadas, no viéndolo como algo maligno.
Pues parece ser que los Aprendices de Dios son la excepción a la regla. Todas las culturas los consideran de un modo bastante negativo, achacándoles numerosos desastres y maldades. Es decir, incluso los malkionistas los aborrecen, y creen que su derrota fue un castigo divino por su arrogancia. Pero con toda la tradicional ambigüedad gloranthana, ¿no existe ninguna cultura que piense de otra manera, por pequeña y escondida que esté, recordando o incluso añorando al Imperio del Mar Central?
Waertag
Este archivo fue generado por hypermail