No hay recetas para esto. Las posibilidades de personajes nobles son casi ilimitadas. Y las posibilidades de campañas también. Se trata de que ambas cosas encajen bien, lo cual no es necesariamente imposible.
> No me parece que lo mejor sea que maneje al rey de Seshnela o
> de Jonatela o a todo un Emperador Rojo o gobernante de toda una
> provincia lunar o un mandarín kralorelano con todo el poder en su
> territorio
Podría ser, pero no es lo normal. Los personajes nobles generados con las reglas normales creo que vienen a tener unos 2000 p. de ahorros. Como los ahorros suelen corresponderse, si no recuerdo mal, con el sueldo mensual. Tenemos que están en el nivel de vida número 3 (24000 p. anuales) condes, earls, jeques, secretarios y hombres de confianza de la nobleza, sacerdotes importantes, chamanes con relaiciones importantes entre los gobernantes y otras personalidades importantes, hechiceros importantes en la zona.
> Yo suelo "exigir" que sean nobles jovenes hijos de nobles que
>marchan de "aventuras" en busca del honor o la fama que tiene que
>ganerse un señor,
Es un arquetipo de las novelas de caballerías (todos eran nobles, reyes, hijos bastardos de reyes y cosas así), felizmente transpasado al D&D y me gusta bastante.
Eso suele funcionar si quieres campañas de aventureros errantes. Pero no es la única posibilidad. Pero a lo largo de la vida de Master, a uno no le gusta repetirse demasiado.
-Si tu campaña es "personajes normales de la comunidad que viven aventuras cuando pasa algo raro" no necesariamente pasaría eso; en lo que habría que pensar es en las relaciones del noble con el resto de los jugadores.
-También podría ser una campaña política, de nobles conspirando. Quizás todos los jugadores nobles, o la cohorte de un noble.
-Otro arquetipo utilizable es el del noble exiliado, expulsado de sus tierras, desterrado, huido de la justicia, arruinado, arrancado de sus tierras, hijo bastardo, víctima de la conspiración de un tío malvado, abandonado y criado por granjeros y criaturitas del bosque que tiene una extraña marca, y un largo etcétera. Noble líder de la resistencia orlanthi que dirige una banda de héroes para fastidiar a los lunares, y cosas así.
> Pero aún asi me parece un poco pobre el papel del noble, pues
>cuando llegue el momento de ser señor en lugar de su padre, por
>ejemplo,
Tal vez entonces fuera el momento de cambiar el tono de la campaña a una de más nivel de poder. Los jugadores siguen más objetivos personales, es más importante la política, la economía y la negociación. Al fin al cabo, el resto podrían haberse convertido en sacerdotes, señores de las runas, y demás.
El tiempo de juego pasaría relativamente más rápido, los personajes se reunirían ante acontecimientos importantes. Finalmente, se reunirían para auténticas catástrofes o debacles o para salvar el mundo. O tal vez el mundo que tan bien han construido se caiga en pedazos. Uno llega al Círculo Interno del Clan orlanthi y entonces sucede el Encadenamiento de Orlanth y el Largo Invierno.
Si quieres seguir con la campaña de aventureros errantes, hay varias opciones, por ejemplo:
-El noble debe aceptar su responsabilidad, por lo que va menos de aventuras.
-El personaje retira al noble y se hace otro personaje más acorde con el resto de la campaña.
-El personaje sigue teniendo alma de aventurero errante y trata continuamente de eludir sus responsabilidades, o de marcharse del castillo disfrazado para conocer los problemas del populacho o desfacer entuertos, o incluso se escapa, quizás para siempre.
-Un malvado arrebata al noble sus legítimos territorios y ahora debe quedarse en la clandestinidad como un vagabundo.
Las posibilidades son mucho más inmensas de lo poco que he dicho. Lo único que hay que tener en cuenta es que TODAS nuestras campañas no tienen por qué necesariamente seguir los mismos esquemas de vagabundos aventureros toda la vida, roleando casi día tras día de sus aventuras y desventuras. Pueden contarse historias con nobles como protagonistas. Historias interesantes. Así que, si ha llegado el momento ¿por qué no contarlas?
Saludos nobles,
Antonio
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