Por supuesto. En mi campaña de "sois todos miembros del mismo clan orlanthi" han pasado muchos personajes, entre ellos un caballo demoníaco de los de sir Ethilrist (cierto que solo duró una sesión por disensiones internas), un troll (este murió) y un asesino ateo (que forma parte del Clan).
> Que al final pensamos lo mismo, aunque lo expresemos de forma
> diferente.
Pues sí. Por cierto que se me ocurre otra cosa que puede resultar más transgresora. A lo mejor hemos aprendido de al revés, con grupos heterogéneos; ahora pienso que para jugadores novatos son mejores los grupos con cierta homogeneidad cultural:
-Permiten al master explayarse de información con una cultura y a los personajes concentrarse en ella. La infinidad de posibilidades de Glorantha marea a un novato, es mejor darle 4 opciones bien planteadas que 3.000.
-Otorgan un sentido de unidad al grupo que enseña a los jugadores a trabajar juntos, sin que les obligue a inventarse excusas raras (bueno, y tu troll cómo conoció al pato).
-Enseña a los jugadores desde el principio a matizar a su personaje desde los arquetipos dados, para que tenga su toque individual (no es necesario tenerlo todo preparado desde el principio en veinte folios de análisis psicológico, basta con pensar un par de cosas que lo hacen especial y luego improvisar).
Los grupos heterogéneos hoy me parecen más adecuados para jugadores con más experiencia y conocimiento del mundo, suponen más reto para la imaginación (hay que inventar formas más complicadas de unión que los lazos familiares, hay que jugar con mayor variedad cultural, con mayores conflictos culturales, etc.)
Por supuesto esto no es una máxima inamovible, solo una idea.
Saludos,
Antonio
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