Si te soy sincero, en mas de una ocasión he tenido la tentación de "hacer trampas". Pero si las hago me siento mal conmigo mismo, sobre todo cuando escucho a mis jugadores decir luego: !Que bien lo hemos hecho¡ o ¡Que suerte hemos tenido¡.
Soy mas partidario de dosificar bien los encuentros, según el potencial del grupo. Si la aventura está bien dosificada y los pjs juegan bien, lo normal es que triunfen. Si no lo hacen, pues oye, mala suerte, al menos lo han intentado.
Esto le da un carácter "aventurero" a la partida, y hace que los jugadores se enganchen al escenario. El factor suerte es habitual en todo en la vida (ese gol que marcan a tu equipo favorito en el descuento un equipo que ataca por primera vez), y en el rol no iba a ser menos.
"Hacer trampas" con regularidad malacostumbra a los jugadores y hace que se vuelvan poco imaginativos. Si los jugadores perciben que han triunfado "con trampas" se sienten manipulados en cierto modo y no le dan mérito a lo que han hecho.
Si para colmo de males no triunfan "con trampas" se sienten aún peor. Si juegas con regularidad partidas con un grupo, éstos intuirán si haces trampas o no (creeme). Hay que ser inflexible con el azar, porque el azar es inflexible.
Saludos
Sarevok
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