Me corrijo y matizo a mí mismo:
> Puede que os suene raro, pero el problema es del monoteísmo,
> porque donde un politeísta o un monoteísta son "inclusivos"...
Quería decir "un politeísta o un HENOTEÍSTA" claro... Ya sabeis, el Henoteísmo supone a una Deidad central más importante que las demás pero sigue reconociendo la existencia de otras menores. A diferencia del Monoteísmo que EXIGE que "solo puede quedar uno" ;)))
Pero de todos modos las auto-correcciones llegan más lejos. El planteamiento que he hecho en mi anterior mensaje tiene un error de base y no sería honesto (¿cual vadelino?) ;))) si no lo admitiese: partía del supuesto de jugar siempre en el mismo universo de juego. Es decir, del supuesto de que todas las perspectivas de diferentes historias debían ser compatibles, como en Glorantha...
Pero la verdad es que siempre podemos plantear cada partida desde una óptica "subjetiva" según lo que queramos jugar y esa es una solución muy simple y muy efectiva. La mejor...
Así que si quieres jugar una partida de hebreos que huyen de Egipto puedes poner el sistema de magia: "Moisés WIN!" y el sustrato de juego es que DIOS TODOPODEROSO está con él y los suyos y los egipcios son los malos (demonios paganos) los babilonios son los malos, y en definitiva todo el que no sea judio es malo (así es en el Antiguo Testamento...) ;P
Los conflictos de la "lógica interna del mundo" solo aparecen cuando queremos hacer compatibles distintas opciones y alguna de ellas excluye a las demás por su misma formulación...
Nos vemos.
El ladino vadelino.
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