Completamente de acuerdo ;-)))
>De todos modos comento en voz
> alta que lo de "radicalizar posturas sin dejar término medio"
> es un recurso para explicarse con claridad (y con salero!) ;P
> Es mucho más facil que se entiendan las cosas forzando un
> poco los términos para presentarlas de forma extrema...
Eso me imaginaba...
> Como curiosidad, hay un detalle que me ha llamado la atención
> porque yo nunca he partido de ese dato y parece que tú lo estés
> asumiento como "lo más normal del mundo": el 10% de lunares.
> Porque que yo sepa en el Imperio hay muchísimos más seguidores
> de la Vía Lunar en general que eso, yo personalmente los he
> estimado [...]
En ILH-1 aparece ese porcentaje de 10% como una aproximación. Además aparecen porcentajes para las distintas "regiones" que podemos consultar si hace falta. En muchos sitios (Rinliddi, Sombra de Plata) el porcentaje es mucho mayor, estamos en una media.
Bueno, expongo mi versión del tema, sin ánimo de convencer a nadie, sólo de clarificar.
¿El objetivo es que "todos sean lunares"? Pues depende de qué entendamos por lunares. Yo veo tres acepciones del término, progresivamente más restringidas:
-Partidarios de la Vía Lunar.
-Adoradores de cultos estrictamente lunares, sometidos al ciclo y con
el Otro Mundo en alguna versión de la Luna Roja.
-Ciudadanos lunares (status jurídico privilegiado, elegidos
básicamente de entre los miembros de cultos lunares que cuenten con
patrocinio al respecto).
El tercero es claramente un grupo de selectos y está concebido como una élite, con independencia de que pudiera expandirse (como ocurrio en gran medida con los "ciudadanos romanos", a los que se les aplicaba el ius civitatis, el derecho civil).
¿En qué consiste el primero? Pues en una filosofía muy básica y muy sencilla, que no exige iniciación en culto alguno y que se resume en el slogan del "Todos Somos Nosotros".
En opinión de los teólogos lunares, lo que la Diosa persigue no es sustituir el universo, sino regenerarlo en un nuevo equilibrio cósmico del que la Diosa es el centro. La Diosa es el pináculo de la creación, no la creación misma y la creación está hecha de dioses (y espíritus, y esencias). Es como si la Diosa reuniera a todos los dioses; aunque haya dioses estrictamente lunares, nuevos, eso sólo es una parte (importante) del nuevo equilibrio, no van a sustituirlos y de hecho no abarcan todas las facetas de la sociedad.
Como estamos en una sociedad eminentemente agraria pensemos en los campesinos, que son la inmensa mayoría de la población. ¿Cuál es la deidad lunar de los campesinos...? Hon-Eel? Hum... puede ser, pero no me convence.
Vayámonos a los campesinos de Peloria profunda; la costumbre en el ámbito dara-happano es no iniciarse a ningún dios y ser simplemente adorador comunal (aunque la iniciación no está mal vista, la mayoría de la gente no se preocupa por ello). Así que son adoradores comunales del Panteón de Yelm. ¿Y sus "especialistas"? Pues bien, esta gente adora a sus diosas de la tierra locales, que son las más efectivas en esa zona, por razones mitológicas (mayormente Oria) y a Navestos el Cosechador, un subculto campesino de Lodril. Por supuesto habrá influencia lunar, y adoradores lunares, pero serán una minoría (salvo en zonas donde se cultive el maíz de Hon-Eel, por ejemplo).
En lugares aislados, tradicionales, campesinos, donde la vida sigue con bastante monotonía ciclo tras ciclo es difícil que los aires nuevos cambien mucho la cosa. En la ciudad dara-happana, habrá más cosmopolitismo, más posibilidades, más lunares, pero también los darahappanos puros son muy orgullosos y celosos de sus tradiciones arcaicas.
Pero el Imperio lo que quiere es que TODOS sigan la vía lunar. Seguir la vía lunar no significa adorar a un dios lunar o someter tu magia a los ciclos. Es una cuestión filosófica, de conversión y de comportamiento, sin sentido mágico. A decir de los teólogos lunares se trata de despertar el "Séptimo yo", una séptima parte del alma que permanece dormida y que te une al cosmos entero. La idea pretendida es hacer un cosmos/caos armónico, unido despertando la séptima alma del universo. Esa unidad cósmica pretendidamente se transforma en unidad moral.
"Todos Somos Nosotros", implicaría resituarse en la propia cultura y religión; sigues con tus costumbres, sigues adorando a tus dioses (la inmensa mayoría de los lunares se consideran primero dara-happanos o carmanianos o lo que sea), pero ahora sientes que lo tuyo es una parte, tu papel en la reorganización del universo; aceptas a la Diosa como una parte trascendental de tus creencias (por ejemplo entre los carmanianos se convierte en el esperado equilibrio entre la luz y la oscuridad que busca su religión de oposiciones, con sus ciclos luminosos y oscuros), aunque no le rindas culto directo.
Todo eso implicaría juzgar a la gente por sus actos y no por los prejuicios culturales, ir abandonando estos prejuicios y ser tolerante con los demás pueblos. Obviamente, esto no se da del todo, ni siquiera entre los conversos más sinceros pero sucede con todos los principios morales idealizados (seguro que muchos que fueron a las cruzadas o que torturaron en la inquisición creían al mismo tiempo o por eso mismo en el amor al prójimo, contradicciones de la naturaleza humana). Así, es un principio con el que una gran parte de la población estará de acuerdo en abstracto, pero a la hora de concretarlo haga aguas por muchos sitios.
Eso sí, han conseguido la premisa básica, la unidad y actuación coordinada de todo el Imperio, a pesar de su diversidad. Todos Somos Nosotros.
Así, la táctica es de infiltración. Teóricamente, no es infiltrarse para ejercer después el control, sino que infiltrarse es precisamente su forma de control.
Por ejemplo, en Tarsh adoran a Ernalda, la diosa local de la tierra, como no podía ser menos, y dicen que es Ella la Que Espera, la Séptima Madre, como les mostró Hon-Eel. De esta manera, integran, mezclan, sus creencias con las lunares, pero siguen adorando a Ernalda igual. Posiblemente se adore a Hon-Eel como subculto propiamente lunar de Ernalda, con sometimiento al ciclo, pero será la excepción.
En Sylilla puede que haya más conflicto entre el popularísimo culto a Odayla y el nuevo culto al Oso Lunar. Pero, seguro que la versión oficial es que Odayla es un aspecto "antiguo" del mismo Oso Lunar y que al fin y al cabo son formas distintas de adorar al mismo ser. Quizás un poco demodeé para los snobs, pero válido.
Yanafal Tarnils es un dios para jefes y generales, especializado en coordinar unidades de origen y estrtegia diversa (todos somos nosotros), pero la gente necesita dioses de la guerra. Y la diosa no da poderes solares, y los poderes solares están bien; y la diosa no da poderes de tormenta, así que habrá que adorar a Entekos o Doburdum. En Rinliddi las autoriades promueven un revival de los cultos relacionados con las Aves, que estaban casi abandonados merced al dominio dara-happano, a pesar de que es zona muy lunarizada. Eso proporciona más dioses, más magia, más madera para el Imperio Común, y unos magníficos Ostrich prehistóricos para el Ejército.
Eso es la idea, la Diosa omnipresente, en todas partes, todo acaba siendo una referencia a la Diosa, pero lo que la Diosa hace es integrar a todos los cultos, todas las posibilidades, todas las magias posibles. Se trata de añadir cuántas más cosas mejor, no de quitar nada.
Por eso el objetivo no es convertir a toda la población a cultos lunares sino volverlos a todos lunares, que no es lo mismo. Mientras tanto, esa especie de Segunda Fundación, de élite ilustrada y lunarizada continúa guiando la unidad del imperio.
> Pero pensad que con las inmensas ventajas oficiales que se
> otorgan a quienes se "conviertan a la fe lunar" empezando por
> la ciudadanía imperial (que no es moco de pavo!) sería muy raro
> que la gente no se decida a "apuntarse al equipo ganador" ;)))
Sí pero:
-Aunque ser lunar ayuda mucho a medrar, en mi glorantha se puede medrar por ser competente o tener los amigos adecuados, simplemente es más difícil, sin ser lunar.
-La inmensa mayoría de la población ni se plantea esas cosas. Trabajan en el campo o en la mina, o incluso en la ciudad, con pocas o nulas posibilidades de ascender. Ni hay puestos para todo el mundo, ni todo el mundo tiene ambición, ni todo el mundo tiene posibilidad o capacidad. La gente quiere estar cómoda y feliz y con el nuevo imperio está relativamente más feliz y ha ganado prosperidad. Pues por muchos años.
-Como dices, la gente es muy cabezona en asuntos religiosos y se aferra a sus tradiciones, lo cual es precisamente promovido por la vía lunar siempre que suavizen su radicalidad.
-Muchísimas necesidades o conveniencias mágicas de la población no son satisfechas por los dioses o magias lunares.
Aún así, la población lunar ha crecido enormemente en muchas zonas, por ejemplo el culto de Rufelza (HQ, donde hay muchos aspectos del culto lunar) hace furor entre las masas ciudadanas.
Pero todos los porcentajes se van reequilibrando porque el Imperio se va expandiendo y trayendo la luz de la Vía Lunar a tierras bárbaras llenas de ignorantes que no conocen a la Diosa ;-)) y vuelta a empezar. Por eso los misioneros van a Sartar y no se dedican a catequizar a sus más accesibles y preparados conciudadanos. El programa divino es cubrir el mundo entero, el cosmos y el caos, con la Vía Lunar, con imperio o sin él (de modo que a veces los intereses del imperio pueden chocar con la propia Vía Lunar, de ahí la Gran Hermana).
Sugirieron en Glorantha Digest una vez que quizás el porcentaje adecuado de cultos lunares era precisamente de un séptimo. Un séptimo de la población "velando" por la unidad de las otras seis partes.
Por supuesto, en mi Glorantha también hay gente que piensa que todo esto es un cuento chino y que la Diosa lo que quiere es traer el Caos al mundo, etc. Pero esta sería la versión oficial de los sacerdotes lunares. Y no incluye el sometimiento de todo el mundo al ciclo. Los que se someten son simplemente, los mejores, la cabeza del cuerpo de la Diosa (el pináculo del universo, la luna roja), pero todas las partes del cuerpo son necesarias para la unidad.
Saludos,
Antonio
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