A mí también me gusta mucho la idea de Raúl, es muy mitológica y muy gloranthana. Pero yo no creo que sea poco jugable, depende de cómo se plantee la aventura; en primer lugar, la gracia de la historia es sobre todo descubrir al bicho, y pillarlo cambiándose no tiene que ser fácil. En segundo lugar, yo contaría la leyenda tal como lo hace Raúl, pero luego tendría unas reglas para aplicarlo en el juego (no haría una desaparición automática): por ejemplo, tiene que estar totalmente despojado de su piel, de manera que podemos tener un divertido combate en el que intentan, literalmente arrancarle la piel a tiras; cuando desaparece un trozo el bicho chilla de manera horripilante y se agita, pero continúa la pelea; y lo mismo si está a medio vestir, tenemos una especie de engendro retorciéndose y luchando desesperadamente (un baño de ácido parece lo más oportuno ;-)) También me imagino utilizar las reglas de HQ para que gente intente convencerle de que es Nada en pleno combate. No sé, las escenas que se me ocurren son gráficas.
En último término podría mantenerse la poesía (su envidia se refiere a que en realidad es Nada y se niega a ello) y dejar el bicho tal como está (eliminando las referencias a su desaparición cuando le pillan; simplemente, a causa de su parasitismo, imita un cuerpo descarnado).
Saludos,
Antonio
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