No estoy para nada de acuerdo. No es lo mismo valorar cosas distintas que hacer que desaparezcan las distinciones, si eso es un matiz es un matiz abismal. En el mundo real sería el equivalente a decir que es lo mismo el interculturalismo que el relativismo moral y el todo vale vale todo, lo cual es una soberana burrada. O es como decir que los dara-happanos y los malkionitas son lo mismo porque todos son jerárquicos, patriarcales y partidarios de la fidelidad y la contención de los apetitos carnales.
La Vía Lunar es una ideología concreta (que también puede ser refutada por los Iluminados, que también pueden "engañar" a los dioses lunares, no lo olvidemos). Se construyó en un momento concreto, en el que pueblos muy distintos tenían que unirse contra un enemigo común y está basada en la idea de la Unidad. A nivel "escatológico" pretende la reconstrucción del universo/caos bajo la égida de una Diosa considerada como el pináculo de toda la creación, que se considera rota por la incomprensión de la unidad. Un dara-happano lunarizado pensará que incluso los darjiinianos tienen sitio en el Plan de la diosa, aunque de menor importancia; un darahappano MUY lunarizado pensará que dara-happanos y darjiinianos deberían respetarse mutuamente y ayudarse, cumpliendo cada uno sus funciones y que uno no es mejor ni peor a priori por pertenecer a una determinada cultura, aunque tiene que respetar y apreciar la suya. Un Iluminado pensaría que es lo mismo un dara-happano que un darjiiniano y al revés. No es lo mismo pensar que debes unirte al Otro que reconocer que la distinción con el Otro es artificial.
La Iluminación no es una ideología concreta, no tiene un cuerpo de doctrina, ni ortodoxia ni ortopraxis ni nada (todo eso sí lo tiene la Vía Lunar, incluyendo las versiones más ultras), por eso se basa en acertijos paradójicos. Es sólo una ruptura. Una ruptura de las barreras entre las cosas, de las distinciones, que te permite construir tu propia realidad a tu arbitrio. Un lunar ultra puede cometer sacrilegio a su religión tradicional o a la religión lunar, un Iluminado no.
A nivel mágico, la iluminación sería como un chispazo trascendente que rompe las distinciones, mientras que la vía lunar, como otras religiones, es una manera determinada y controlada de buscar trascendencia.
Obviamente, ambas posturas están muy conectadas, por eso la Vía Lunar no condena de entrada ese "estado espiritual" llamado Iluminación. Por ejemplo, muchos lunares devotos pueden buscar la Iluminación para librarse de las categorías culturales que los esclavizan a la hora de prejuzgar a los demás. Muchos Iluminados deciden seguir la Vía Lunar (podrían cambiar a su antojo o mezclarla con otra cosa pero a lo mejor no les da la gana).
Y también al revés, algunos lunares pueden terminar iluminándose "por accidente". De hecho así sucede en prácticas Mistéricas de Sedenya. Durante los Misterios inclusivos de la Diosa pueden mezclarse distintas mitologías, ceremonias, prácticas y religiones hasta el punto de que se puede producir, sin pretenderlo, una ruptura del enganche mágico del sujeto con la realidad.
El equivalente al mundo real podría ser el del antropólogo que después de conocer una variedad inmensa de culturas termina por considerar absurdos y arbitrarios los patrones de su cultura y de las demás, de modo que no hay nada cierto. Decir que solo hay una diferencia de matiz con el antropólogo que aprecia a otras culturas, incluyendo la suya y valora la utilidad de los distintos patrones culturales es a mi juicio decir demasiado.
Por eso, aunque las conexiones existen, soy partidario de que puedan existir sacerdotes lunares incluso de rango máximo, que no estén iluminados. Simplemente son unos fanatizados de la doctrina lunar, que no coincide con el fenómeno pseudo-místico llamado iluminación.
Saludos,
Antonio
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