Es cierto que lo ideal sería que nos pudiéramos despreocupar completamente de los modelos matemáticos que soportan los juegos de rol y que todo pudiera ser manejado por los Jugadores y Master como una serie de decisiones en torno a la narración sin más... pero entonces ¿seguiría siendo un juego?. Quiero decir, ¿dónde estaría el componente de incertidumbre?, ¿no se reduciría todo entonces principalmente a las decisiones del Máster?. Incluso voy más allá: además de simplemente en su buen juicio, ¿en qué se basaría el master para tomar las decisiones?.
Yo no soy precisamente un defensor de los "números" cuando se trata de jugar a rol, pero no les quitemos tampoco la importancia que tienen como estructura sobre la que construir la aventura. Esos números de la hoja de personaje le dicen al Jugador en todo momento y de manera más o menos precisa el estado de su PJ y sus posibilidades más o menos reales de enfrentarse a según qué cosas. Y lo que es más importante, se lo dicen al Master, que es el que al fin y al cabo debe narrar a los Jugadores los acontecimientos en los que se ve envuelto su PJ y los usa para tomar decisiones imparciales sobre la aventura. Sin un mínimo de estructura en este sentido, todo recae en el buen o mal juicio del Master al juzgar una situación, y eso tampoco es bueno. Creo que el exceso de simpleza en las reglas es tan malo como el exceso de complejidad.
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