(leve inciso OT)
> Hostia consagrada se escribe con "h". Ostia de golpe es sin "h".
Hostia consagrada se escribe con "h". "Hostia" de golpe, es también con h (Vid. diccionario RAE). "Ostia", sin "h" es el puerto de Roma.
> No se, pero toda la magia que he visto real funcionaba con esas
>mediciones.
>Que el efecto fuera o no fuera magico es discutible, pero que los
>brujos de religiones antiguas midiesen asi no era raro en absoluto,
>era lo mas normal. Si Antonio Alvarez ha estado revisandolas para su
>TA, podra confirmarlo.
Hombre, lo que está claro es que la regla oficial RQ3 del Extensión no pega ni con cola. Mediciones exactas por minutos y demás no encajan para nada (incluyendo los 15 minutos de duración básica).
Si me preguntáis mi opinión, como mi orientación es más que nada narrativa, yo soy partidario, con carácter general de que los conjuros duren lo que dura lógicamente la escena (dependiendo del contexto) al estilo de lo que decía Herr Meister (pero creo recordar que era lo que hacías también tú si no se aplica extensión).
Ahora bien, si introducimos "factor tiempo", es decir, si el tiempo resulta relevante para la historia (o para la simulación), si está incluido en el rito o en el efecto mágico, pues los tiempos que señaláis (día/semana/estación/año) me parecen perfectamente OK para Glorantha (en la TA habría que añadir además el mes lunar pero por lo demás también encajan). No estoy de acuerdo con Herr Meister con que no encajen en la simulación de la magia divina. Al contrario, encajan perfectamente, porque marcan los ciclos temporales significativos a nivel mágico. La mentalidad arcaica creía en los ciclos.
Parece que Herr Meister razona sobre la base de la arbitrariedad divina (yo soy el dios, y te concedo el conjuro hasta que me de la gana); en su mundo, probablemente encaja muy bien, para diferenciar tipos. En la TA, para empezar yo no creo que haya diferencias tan marcadas entre la magia divina y el resto (ambas pueden ser seguras, ambas pueden ser arbitrarias en cuanto a los resultados); en segundo lugar, por esa regla de tres, si los dioses son arbitrarios ¿para qué hacer conjuros? todo debería ser intervención divina. Si no puedes controlar el tiempo, tampoco controlas el efecto (puedes pedir una cosa y que aparezca otra), o dentro del mismo efecto puede haber muchas variaciones. No digo que no haya que tener en cuenta esta arbitrariedad, pero tampoco veo por qué tiene que afectar al tiempo en mayor medida que otras cosas.
Ya os estoy aburriendo, así que pongo ejemplos, a ver si os aburro de otra manera:
-En las culturas arcaicas campesinas terrestres creían en en que el mundo degeneraba cada año (entropía) y que había que renovarlo mediante ritos periódicos anuales (Año Nuevo) que solían implicar un retorno al caos originario y una recreación del mundo, una victoria del rey sobre el Dragón, etc. En Glorantha hacen lo mismo durante el Tiempo Sagrado, la recreación de los mitos que generaron el mundo tras la Gran Oscuridad (por ejemplo, los orlanthis hacen la BH de los Portadores de la Luz). Si no haces estos sacrificios y ritos, el mundo degenerará y el año irá de pena. Aquí es el momento para poner conjuros de fertilidad, bendición de cosechas y demás. Cada año, en una fiesta anual que implica el retorno a un ciclo, se hacen los sacrificios y la comunidad pide a los dioses favores para el año por venir. Me encaja perfectamente. Los orlanthis lo hacen en Glorantha (ver juego del King of Dragon Pass, donde redistribuyes la magia del clan cada tiempo sagrado).
-Si Dios creó al Hombre el Sexto Día, el Rabino que emula a Dios creando a su golem un viernes quizás debería renovar sus rituales cada viernes para mantenerlo con vida. En Glorantha, la magia lunar podría depender perfectamente de los ciclos semanales (en la tierra de los meses lunares).
-Nuestra comunidad campesina terrestre afronta el invierno y sabe que podría morir o desfallecer ante sus penurias, porque se presenta especialmente frío y debido a los saqueos de nómadas, no han acumulado suficiente grano. Pueden propiciar a los dioses para soportar el invierno. En Glorantha, por ejemplo un clan de orlanthis podría haber hecho augurios cuando comienza la Estación del Fuego, típica para robos de ganado y haber recibido malos vaticinios; entonces deciden sacrificar a Finovan el Saqueador para que les sea propicio a la hora de saquear a sus vecinos, y les proteja de las incursiones extrañas.
Otras duraciones podrían implicar números significativos de ciclos básicos en el contexto mágico-cultural adecuado (7 años, 9 años, 9 meses lunares, 100 años, etc.)
Lo que a mí no me gusta es la propia existencia del Extensión como "conjuro", que me parece una especie de banalización. Uso X +Extensión (ese conjuro que me sirve para aumentar lo que duran los demás). Eso sí que no existe en las creencias terrestres "usaron protección contra saqueadores + extensión para defenderse de sus enemigos". Cierto que el problema puede salvarse mediante la interpretación y el paradigma de que las reglas no representan el mundo, sino que son artefactos de juego, pero no le veo la necesidad si uno se pone a hacer unas reglas simulacionistas. Otras posibilidades más simulacionistas son: que la duración dependa de cada conjuro concreto "Protección contra saqueadores dura una estación", "Resucitar la Vida Muerta dura un año", "Creación de golem debe ser renovado cada semana el día sexto", etc., o, en menor medida, alguna otra regla sin conjuro de Extensión como uso de Ceremonia, magia ritual o penalizadores.
Esta crítica es relativa cuando usáis el sistema de Devoción, en el que puedes tirar por el efecto que te da la gana con pool de PER acumulado o algo así. Una de sus ventajas es que difumina la propia noción de "conjuros", así que eso profundiza en la concepción del Extensión como un artefacto de juego para decidir cómo reglamentar el que el conjuro dure más de lo normal. Lo bueno, más flexibilidad en principio que el sistema según el cual cada efecto tiene su condición temporal (en mi sistema TA ES ASÍ, pero el número de efectos posibles es ilimitado en principio). Lo malo, puede dar lugar a resultados tontos: los conjuros individuales que se suelen lanzar en aventuras de rol se prestan menos a los ciclos que los comunitarios y los jugadores pueden tratar simplemente de producir el efecto sin preocuparse por el contexto.
Ejemplo "Pido al Dios de la Guerra que me proteja durante este año". No es imposible, pero en principio es más raro y es típico del jugador-jugador que quiere un Escudo durante todo un año.
Para mí, en este caso, la lógica de los ciclos tendría sentido si estás en un momento significativo del ciclo. Ejemplo: el día en el que se celebra como el Dios de la Guerra resistía los golpes de sus enemigos, yo, campeón del dios le pido que me haga indestructible como él lo es, para hacer SU voluntad. Al año siguiente tengo que volverlo a pedir.
Si puedes hacer eso cualquier día del año, el supuesto anterior pierde toda la gracia (y nadie lo hace, salvo que haya otra ventaja o el sistema de resolución sea de incertidumbre amplia y no de 100% como en la magia divina oficial y en el primer caso sea más probable). Así que te puedes cargar todo el trasfondo de los ciclos.
La cuestión estaría en cómo equilibrar las necesidades "de juego" (superguarriors que quieren lanzar conjuros, hincharse de armas y matar orcos) con las de "simulación". Porque a lo mejor, si nos ponemos sólo a simular, nos aburrimos.
Mi sistema trata de ser flexible, así que el supuesto se podría interpretar de distintas maneras:
-El sacrificio anual al dios de la guerra parte de un "rito" (llevar un amuleto también lo es), y tiras (o aplicas alguna regla automática) cada vez que te pegan. Digamos que "tener sacrificado un toro cada año al dios de la guerra" es uno de los elementos del rito que se verifica en cada combate.
-Si la Invulnerabilidad es un Prodigio más espectacular, que dure un año es superdifícil. Así que, o tienes muchos güevos con un rito sencillo, o utilizas el rito super-bonus que sólo puede hacerse un día determinado del año. O bien ni siquiera encuentras el rito sencillo y tienes que utilizar el superbonus.
Saludos,
Fray Anthonius
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