A ver si entre tanto convenio colectivo descargo una neurona para poder explicarme. Pongámonos en los juegos de rol multiambientales, como ocurría con el D&D antes de que saliera Planescape. En ellos, el sistema de juego marca los límites de un mundo posible, y por tanto los relatos-tipo que en ellos se puede jugar. En D&D, por ejemplo, un guerrero, por alto nivel que tuviera, SIEMPRE podía morir ante cualquier combate, sólo que a más diferencia de niveles más improbable era que muriese. Así, si un guerrero de nivel 20 luchaba contra un kobold, y el primero SIEMPRE sacaba 1 en los ataques y el Kobold 20, el último ganaba.
Al marcar límites, no sólo de lo que es posible y de lo que no, sino también de lo que es más común, se genera un límite en los relatos posibles que se pueden generar a partir de un libro de reglas en concreto.
Cojamos el caso más típico, la muerte. En un juego de rol en el que no exista la posibilidad de resucitar generaremos relatos diferentes a otro donde sí que la haya.
O imaginemos, por ejemplo, el tema de las armaduras naturales. Ponte que decimos que la piel de un caimán absorbe, por poner, 4 de todos los ataques, y que el máximo daño que un pj puede hacer es 3. ¿No genera eso condicionantes de relato?
No sé los demás, pero conforme voy leyendo las reglas de ciertos manuales se me van ocurriendo aventuras (relatos). Un ejemplo clásico en Rune era cuando me leí los conjuros de magia divina orlanthis y lunares. Pensaba, ¿cómo puedo hacer que los lunares maten DE VERDAD y definitivamente a un caudillo poderoso de Orlanth? Las de Chalana lo cogen y lo resucitan con un conjuro reutilizable. Podría hacer que tras matarlo se tuvieran que llevar el cuerpo caído. O hacer una búsqueda o qué. Claro, que el trasfondo cambió cuando metieron el Separación del Alma de un solo uso para Yanafal en el Genertela...
Un saludete: Antonio disperso.
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