Como hace mucho que no digo ni pio (o a mi me parece mucho) y no se me ocurre ningún tema sobre el que largar un rollo kilométrico de los mios... Pues me ha dado por comentar una chorradita sobre la cuestión de los nombres "exóticos"...
Para empezar no puedo estar más de acuerdo con que la "invasión cultural" gringo-inglesa (aunque decir cultura...) se nos come a bocados, y que eso de meter en nuestros subconscientes la idea de que Stormhorn o Cornwall son nombres épicos y rimbombantes, pero Cuernavaca es ridículo, es como para no perdonárselo nunca!!! Pero lo han hecho.
Contra-ataque...
Pues vale, pero sigue siendo difícil.
Yo reconozco (con cara culpable) que pese a la cruzada
de Fray Antonius (;b) para rescatar el chamanismo, sigo
y seguiré encontrando mejor Shamán (así, con acento y todo)
sencillamente porque lo asocio a RQ y a su sistema de magia
mientras que Chamán sólo lo había leído en tostones sobre
historia con aire rancio a "culturas inferiores" bendecidas
por la llegada de los europeos... PUAG!
(Vale, no tiene que ver, pero así van las asociaciones libres...)
Pues eso, que largando rollo, podemos irnos a que los nombres que no nos suenan bien es porque no pegan con la cultura que imaginamos, y que un Orlanthi de Culbrea no puede llamarse Alfredo porque no pega con su cultura...
Una solución (y yo la he usado...) es hacer equiparaciones con culturas "en las que se inspiran" tipo Gunnar Haraldson para un Yggario que imagino como un noruego... Y Don Guzmán de Montegrás para un seshnegano...
Pero sé por experiencia que esto no siempre satisface a los jugadores, que buscan "dar el toque exótico"... ;)
Y puestos a dar recetas caseras... ahí va la mía: En mi grupo se puso de moda invertir la palabra para buscar un nombre original que sonase "raro" y de paso compensa con cachondeo la sensación de ridículo...
Ejemplos sonados:
Ratha Matsugem (MegustaM athar, la "H" por lo del roedor...)
Elvir RED Lenavi (IvanEl Ter rible, una D por una T...)
Royam Montegrás (SargentoM ayor)
Y la excepción son los orientales, donde la verdad, no pudimos
resistirnos al chiste fácil:
Tatako Itamato, el samurai.
Aketago Atiyuyu, el hechicero.
Tasakatu Manduka, el campesino.
En fin, no mata como tema de mensaje, pero apuesto a que alguna sonrisa habrá sacado... venga... ???
Nos vemos.
El vadelino, sin ná que decir.
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