Re: Para daros envidia

Write haof XML files: Israel Diaz <israel.diaz_at_...>
Fecha: Wed, 05 Dec 2001 08:54:10 +0000


At 11:11 p.m. 04/12/01 +0100, you wrote:
>El día ha amanecido lluvioso. Las ruedas de los carros apenas
>si se mueven cuando sus guias se enganchan en los numerosos lodazales
>que tienen que superar los caballos; caballos que por otra parte
>muestran signos claros de agotamiento, pues llevan tirando de toda la
>carga durante más de dos semanas. Algunos de vosotros os unisteis antes
>o despues a esta expedicion comercial, pero lo cierto es que nunca
>esperariais que fuese a ser tan cansada la vida de mercader...
> Wenelia, bien lo sabeis todos, es conocida por lo fructifero de
>su comercio. Los grandes viajes organizados por los Principes de los
>Mercaderes, autenticos Templos Mayores a Issaries, dios orlanthi del
>comercio, son basicamente lo que organiza la vida de economica de la
>región, dándole por otra parte un gran cosmopolitismo a un lugar que de
>no ser por ello aun estaria adormecida en el sopor de su desidia. Pero
>no, esto es casi como el Paso del Dragón: un sitio en el que ocurren
>cosas, y aventureros y vagabundos vienen para encontrar a veces incluso
>mas de lo que pueden afrontar.
> Por ello piensas que deben haber venido todas estas personas. A
>ti, de todos modos, te da igual, pues tu lugar esta con los mercaderes,
>no con la mercancia y los viajeros. Trabajas escoltando esta caravana
>en la que participa tu amigo enano. El no deja de quejarse del tiempo,
>de la lluvia (el agua no le gusta nada) y sobre todo de los elfos. ¡En
>esta caravana hay elfos, y alguien le ha comentado que hay hasta un
>troll! Tu lo calmas, diciendole que bueno, que los elfos no son
>necesariamente malos y que tu conoces alguno que otro y que lo
>realmente malo es el Caos que te ha mantenido intranquilo todo el
>camino, al que apestan por cierto los pantanos que estais rodeando. El
>final del viaje os llevaba hasta la ciudad de Handra, al sureste,
>cercana a la costa, pero para eso aun queda mucho, y tu te lo tomas con
>calma. Lo mejor es que hay una buena cantidad de orlanthis en el viaje,
>incluido uno extraño, silencioso, tatuado, cubierto con pieles, que
>también está contratado por la expedición como guia porque al parecer
>conoce bien la zona...
> ¡Oops! Casi... Te habias ido... ¿En que estabas pensando? No,
>recuerda quien eres y en que trabajas. Tienes que estar despierto
>porque a la más mínima señal de descuido los bandoleros os pueden
>asaltar, y si no otra cosa, al menos perderias el sueldo de unos
>cuantos dias mas... El enano te llama, de todos modos para preguntarte
>si falta aun mucho para llegar a algun lugar habitado y tomar una buena
>cerveza –no como las suyas, piensas por dentro- y dormir en una cama de
>verdad. Vive bien, el enano... No se termina de acostumbrar al lomo de
>la mula. Y eso que parece fuerte... Al menos debe ser el mas alto que
>hayas visto en tu vida. Si no fuera por lo evidente de sus
>desproporciones, podrias decir que es un hombre pequeño. El te pilla
>mirandole y te pregunta que que estabas mirando. Nada, dices, me he
>quedado pensando. “¿En qué?”
>- Bueno, en que parece que este año Valind esta más cabreado que nunca.
>- A lo mejor es que no le han adorado como debe hacerse.
>- Ese dios tuyo tiene muy malas pulgas.
>- Jajjajaja... ¿Tú que sabrás, enano? Si todos vosotros sois ateos...
>Al menos por estar entre los orlanthis deberias adorar a Orlanth. No
>esta bien aprovecharse de todo lo que Ernalda y Orlanth nos dan sin dar
>nada a cambio.
>- ¿Y que nos dan, si puede saberse?
>- Pues la ropa, el acero, la organización, los juegos, los cereales...
>Orlanth y los demás, claro.
>
>El enano te deja hablar mientras se intenta meter la mano enguantada en
>una bolsita de cuero viejo. Pronto se da cuenta de que asi no entra y
>se desnuda la mano. Lleva un bonito anillo. “Eh, bonito anillo” le
>dices.
>-Chsss, calla.
>-Por qué, qué pasa.
>-Esto está lleno de verdes. Nos pueden matar por la noche y robarnos
>todo lo que tenemos.
>-Mientras sea asi... De todas maneras a mi no me mata nadie sin mi
>permiso.
>-Jaja –dice con desgana, sin humor-. Tú riete pero ya verás cuando...
>¡Chsss! ¡Ahí viene, es esa!
>
> Una elfa se te acerca. Por lo que tu conoces, que no es mucho,
>de los elfos, es bastante hermosa. Una especie de cabello grueso le cae
>graciosamente por la cara, mostrando y ocultando alternativamente sus
>ojos. No se cubre de la lluvia.
> -Hola, ¿cuándo llegar?
> -Aún queda, bonita, aun queda un buen trecho.
> -Sí.
> -Ya, te lo he dicho yo.
> -Sí. ¿Más comer?
> -Pregunta. Aquella caravana –le señalas-. Sí que comes tú... –
>contestas, mientras ella se marcha sin despedirse-. “Curiosos estos
>elfos” piensas. “Debería aprender algo de ellos”
> -¿Has visto? Es un monstruo. No dejaba de mirarme. Seguro que
>me ha mirado el anillo para robármelo luego. No me fio de ellos. Son
>odiosos.
> -Venga, hombre, eso es una tontería.
> -No soy un hombre.
> -Bah, lo que tu quieras
>
>
> Sigue lloviendo; las colinas cercanas marcan la monotonía
>constante. El enano a veces se vuelve intratable y lo mejor es dejarlo
>en paz. Sin que te vea –sigue escondiendo sus joyas- marcas un ligero
>trotecillo a tu caballo y te acercas al grupo de elfos. Hay tres, y no
>se cubren de la lluvia. A veces duermen al aire libre, parece que no
>tuviesen ningún problema, que no se constipasen. Y son diferentes entre
>ellos: dos, la chica de antes y otro con una mirada perdida que viste
>túnica, son ligeramente más altos que el otro, en torno al metro
>setenta y cinco, que aparece más pequeño (un metro sesenta) y
>desconfiado. Ninguno tiene blanco en la pupila. Los dos llevan pedazos
>de madera con hojas; debe ser lo que la gente llama arcos élficos, pero
>no parecen nada excepcional. De hecho hasta en la cuerda llevan hojas.
>No son muy altos Son como plantas que se mueven...
> Estaban abroncando a la elfa. Al acercarte, no obstante, se
>callan y te miran inquiriendote con la mirada que es lo que quieres.
> -Eh. Soy un guerrero del clan Deidali –saludas. Sabes de
>antemano que no son orlanthis, pero lo que aprendiste de crio, que todo
>extranjero debe ser saludado con el saludo sagrado, por lo menos para
>saber que no lo sean, lo vas a seguir haciendo de todas maneras.
> -Hola –dice el de la túnica. Éste habla mejor que la otra-.
>Hermoso caballo, pero parece muy cansado; debería bajarse de él aunque
>sea un rato. ¿Quiere algo de nosotros, señor?
>Sus ojos te ponen nervioso y le contestas cualquier cosa. Te bajas. No
>seran caoticos, pero lo que es raros...
>-No, nada. Busco al guia, ¿lo habeis visto? Uno muy...
>-Huidizo.
>-Sí, eso.
>Entonces en un interludio silencioso se oye una voz ronca e
>inconfundible que pregunta en maniriano tosco que si le traen algo de
>comer ya.
>-¿Un troll? –preguntas, incrédulo- ¿con vosotros?
>El elfo pequeño está verdaderamente incómodo. Te fulmina con la mirada,
>lo cual te molesta; piensas si es estúpido o si quiere problemas. Pero
>en el peor de los casos lleva razón: te has metido donde no te
>llamaban. “¡Un troll!” piensas, con elfos.
>Ahí delante, a escasamente tres o cuatro carros delante de ti está él.
>Va cubierto de pieles, pero a pesar de todo parte de su cuerpo está
>desnuda. Es un tipo muy reservado y silencioso; huye de toda presencia
>humana. Tú lo saludas y él te saluda. Es un orlanthi. Le preguntas si
>vamos bien, cuando llegaremos, si es una zona segura. Él te mira y te
>dice “atacarán hoy. No hay ni lagartos, se han ido todos”.
> Entonces atacan. Son muchos. Son hombres bestia. Desnudos,
>salvajes, caóticos, imparables, cabras y hombres. Broos...
>
>
>
>Este es el comienzo de la partida de rune online en la que vamos a
>jugar JAM y yo (yo soy el elfo canijo y disitinto: marrón) ¿¡A que
>promete!?
>
>ALyrodri
>
><<<No conozco a la mitad de ustedes, ni la mitad de lo que querría y lo
>que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes
>merece>>>
>

Desde luego!!!!!
no soporto en mono!!!!!
ASAD
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
SECCIÓN DE TERCER CICLO
1ª PLANTA RECTORADO
CARRETERA COLMENAR VIEJO KM.15.500
CANTOBLANCO 28049 MADRID

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