Hombre, pues ya que preguntas, yo mismo llevé a una mujer embarazada. Y, ciértamente, si hubiera podido elegir, me hubiera quedado en casa haciendo calceta... bueno, vale, intrigando y aprendiendo hechicería ¡cómo no! Por cierto, que mi marido era EL MALO de la aventura, así que mejor no depender demasiado de sus ganas de defenderme.
Desde luego, que hay reglas que son auténticamente marginales, pero esta no sería la única. No me parece que nada de esto sobre, precisamente es de lo más útil que hay en la lista, que entre todos se nos ocurran reglas curiosas, para cubrir los huecos existentes, y que si alguien las necesita en algún momento, las use, en lugar de tener que estar pensando TODAS ELLAS una sóla persona.
Saludos a todos.
"Nina, la duquesa, embarazada de 7 meses y con trillizos: Bueno, los hechiceros de este plano dicen que necesitamos el corazón de una gárgola para poder volver a nuestro mundo. Al norte de aquí, en las montañas, se han visto gárgolas, así que habrá que ir allí.
Bárbaro macarra: Es que... ¡Gárgolas! Eso es demasiado. No me voy a arriesgar.
Nina: ¡Joder! ¡Si aún querrás que vaya yo, que ya ni me entra la armadura! XXXXXXXXX (juramentos impropios de una dama)"
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