Bueno, yo soy un narrativista convencido, de esos fanáticos a los que la complejidad de las reglas fastidia la historia. En mi identidad secreta, las reglas son mi oficio, por cierto.
Hecha la advertencia, para que no te asustes de mis divagaciones tengo que decir que me parece absolutamente quimérico establecer criterios objetivos y abstractos que sean "precisos" para asignar valores numéricos a la fe de un personaje, o a su conexión con la divinidad, o a la preferencia de la divinidad (me sigue sonando un poco raro la palabra fe para la teurgia, o para algunos tipos de teurgia). Es una empresa imposible, destinada al fracaso desde sus comienzos. Salvo que estemos dispuestos a aceptar su imposibilidad y seguir p'alante.
Es decir, al fin y al cabo, las reglas son una ilusión de realidad, mientras todo el mundo se crea la ilusión, no hay problema. Si poder acudir a una tabla preestablecida da una sensación de objetividad, pues maravilloso. Pero a mí ya no me la da. Es una sensación ilusoria.
Me explico, antes de que la gente empiece a iluminarse. Los criterios que aparecerían en la regla serían totalmente arbitrarios, aproximaciones. No podrían ajustarse perfectamente a la realidad de cada religión (porque son distintas), o a la de cada dios, o a la de cada personaje. Al final, hay que hacer trampas, como siempre y acudir al sentido común.
¿Qué tipo de criterios podrían ser objetivos? Supongamos que los cargos religiosos. Para ello habría que suponer, claro está que estos cargos existen en todas las religiones, que puede establecerse una cierta equivalencia entre los cargos de diversas religiones (a todo esto ayuda la sistematización de DdG), y que a los cargos puede accederse de manera objetiva (lo cual a mí me estropea un poco el trasfondo).
Luego hay que suponer que hay una relación directa entre los cargos formales y la fe, conexión con la divinidad o preferencia de la divinidad. Eso no solo choca con mi lógica y con mi experiencia, sino que también mataría algunos argumentos. ¿El Sumo Sacerdote es siempre más "virtuoso" que el sacerdote? Pudiera ser que fuera un corrupto, o que no fuera un corrupto consciente pero fuera de mentalidad más bien débil, o que estuviera en un mar de dudas. Pudiera ser que un niño, o un mendigo, o un esclavo, obtuvieran caprichosa o razonablemente el favor de la divinidad antes que el Sumo Sacerdote, pudiera ser que fueran héroes, profetas o místicos como tantos otros en la historia, que no tenían ningún cargo o eran incluso despreciados por el statu quo.
En el momento en que entra en juego la "conducta", entramos en el reino de la subjetividad. ¿Cuál es la conducta que place a los dioses? Cualquiera sabe. Si es que es una religión con una "moral" establecida, que no siempre es así. O puede que tu conducta sea intachable pero no hagas los sacrificios a tiempo.
Por supuesto, esto no quiere decir que no podamos utilizar la conducta, o los cargos religiosos como criterios (yo utilizo los cargos religiosos en mis reglas de magia para la TA), solo que me parece bueno ser consciente de que las reglas van a ser una aproximación, pero no son criterios objetivos, son arbitrariedades, igual que las decisiones que tomas dirigiendo. Lo digo para que cuando la historia ordene que nos tenemos que saltar las reglas, no lo dudemos ni un segundo (ni nos entre después la culpabilidad de haber roto su sagrada objetividad).
> en el segundo caso se necesita un sistema objetivo, como son las
> reglas para acceder a los cargos de sacerdote de los distintos
> cultos en Glorantha, que permiten "medir" si un PJ cumple con los
> requisitos para ser aceptado: tener ciertas habilidades en un
>cierto nivel, conocimientos,
Me parecen bien esos requisitos. Pero ¿son objetivos? ¿Cómo demonios saben que tienes un 90% en Espada? De hecho... ¿qué significa tener un 90% en Espada? ¿Hay alguien en la vida real así? No, claro, simplemente es una convención, una ilusión, porque sin ilusiones no podemos jugar. Puede haber también pruebas, por supuesto. Pero también hay que tener en cuenta que no todas las religiones son cultos organizados y civilizados con una jerarquía clara y unas pruebas de acceso definidas y estoy pensando en nómadas, bárbaros y primitivos.
En vez de poner: "tienes que ser un magnífico espadachín, un auténtico maestro", te dicen "tienes que tener un 90% en Espada". Así uno tiene un criterio más o menos aproximado, ya que lleva una medida de sus habilidades.
Para mi gusto, podría entrar alguien que tiene menos (porque la divinidad o las autoridades se encapricharan, porque tuviera suerte en una prueba especial, porque tuviera una enorme fama inmerecida de espadachín por toda la localidad, porque es el único buen guerrero del asentamiento y el Señor de las Runas del Clan acaba de morir a manos de una horda de Hombres-Escorpión, etc).
También podría NO entrar alguien que tiene MÁS (porque el dios está cabreado por lo paupérrimo de tus sacrificios, porque tu enemigo es influyente entre los jerifaltes y está conspirando contra tí, porque en tu Clan te desprecian por haber fracasado en una Búsqueda Heroica o por haberte casado con una de un Clan enemigo, porque fracasas estrepitosamente en una prueba, porque dioses enemigos y espíritus malvados están impidiendo que brille tu gloria).
Puede haber también "pruebas", por supuesto. Pero también hay que tener en cuenta que no todas las religiones son cultos organizados y civilizados con una jerarquía clara y unas pruebas de acceso definidas y estoy pensando en nómadas, bárbaros y primitivos.
Por ejemplo Harald siempre ha sido raro en el asentamiento, gustaba de vagar solo por el bosque y algunos dicen que conoce el idioma de los animales y plantas. Desde luego que nadie sabe como conoce algunas cosas y ha dado algunos buenos consejos. Los dioses parecen favorecerlo, y él vive como apartado del mundo. Si tiene credibilidad entre su pueblo, será el Godi, será el encargado de comunicarse con las divinidades y llevar a cabo los sacrificios. Si su fama alcanza toda la región, se le atribuyen varias proezas mágicas y su clan se ha convertido en poderoso en la Tribu, tal vez llegue a ser sacerdote en el templo que está en el asentamiento tribal.
Saludos,
Antonio
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