> Andaba yo el otro día haciendo un personaje para cierta
> jugadora mía, fan del Imperio Lunar. Entonces, le hice tirar
> en la tabla del Genertela y le tocó Cinturón Bárbaro, lo que
> yo le apliqué la provincia de Tarsh...
Jejejeje... Creo que ya he dectectado el origen del problema, amigo mío: tirar en las tablas de creación de personajes! ;P
Claro que tiene huecos, errores, cosas mal adapadas... de todo! Pero mucho me temo que es inevitable, aun agradezco que de entre los juegos del mercado este sea el más alejado de los estereotipos y las categorías de personaje. Aunque nada es perfecto, claro... Si te paras a pensar, no solo las tablas están equivocadas. Las profesiones en sí se dejan muchas cosas fuera, tus ejemplos con el gladiador y sobretodo (por peso estadístico)con el criado lo dejan clarísimo. Y como estos hay miles, del inevitable posadero (qué pasa, en mis partidas ha jugado un posadero!!!) al carretero, la prostituta, el barquero que lleva el ferri para cruar el Oslir... Muchos de los personajes que aparecen en nuestras partidas quedan excluidos en las tablas de población y en las reglas de profesiones.
Pero es que llega mucho más lejos... ignoran nada menos que a la MITAD de la población, la femenina claro, que si sigue sus roles tradicionales en las culturas antiguas (no todo son "excepciones") no tiene representación en las tablas de creación de personajes. Y no son injugables ni mucho menos, no es imposible divertirse jugando con la lavandera del pueblo o la mujer de un sastre... So os lo parais a pensar, no es tan distinto a jugar con un escriba o un alfarero, cambian los roles pero ninguno de ellos está capacitado (si tiene dos dedos de frente) para meterse en una pelea a cuchilladas con un atracador en un callejón oscuro! Sencillamente precisan otro tipo de partida distinta al modulo prototipo diseñado para soldados civilizados, o varones bárbaros (por aquello de que en su cultura todos llevan armas de guerra)
Claro que eso es porque son tablas de creación de "aventureros". Digamos que se quedan a medio camino, entre lo que considera las profesiones más jugables y cierto aire de reflejo social pero muy incompleto, porque deberían aparecer más cosas que no salen... Y el problema es que no por hacerlo evitan el problema de que si te sale un escriba o un sanador no sepas como encajarlo en una partida al uso que parece diseñada solo para mercenarios!
Por eso yo no me he molestado nunca en retocarlas, sino que simplemente las ignoro. Por eso pregunto al jugador lo que le apetece llevar... y llegamos a un acuerdo según lo más adecuado para el tipo de partida que pienso presentarles. Ganas mucho. De todos modos solo es un consejo, que a mí me funciona...
Lo dicho, no le pidas peras al olmo, ni coherencia a las tablas!
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Nos vemos.
El ladino vadelino. ;P
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