RE: [HQ] Hechicería: PROPUESTA

Write haof XML files: Antonio Álvarez del Cuvillo <antalvarez1976_at_...>
Fecha: Tue, 07 Jun 2005 19:23:02 +0000


> Mi propuesta es: Dejar que puedan apilar, pero poniendo límites.
> Para los límites se me ocurrieron varias ideas:

Tu propuesta me parece muy interesante en el terreno de las reglas (es decir, desde la perspectiva "de juego" que es la que estamos asumiendo para equilibrar sistemas de magia); moderada y eficaz.

Mis objecciones vienen más bien por razón de trasfondo y simulación (es decir, si la perspectiva de juego nos fastidia demasiado la simulación o la narración); hace poco hablábamos del tema por razón del sistema de magia divina RQIII con sus conjuros que se gastan y con su apilamiento. Resulta bastante anti-intuitivo y antisimulacionista  en el sentido de que no tenemos demasiada experiencia narrativa de ese tipo de cosas fuera del contexto de las "reglas de juego".

El hecho de que los conjuros se gasten ya puede rechinar un poco pero no del todo. Tenemos más experiencia narrativa con el "un solo uso" que con el apilamiento, en mi opinión (así el talismán que podrás usar sólo una vez en la vida o el poder del anticristo musulmán de hacer casi cualquier cosa pero sólo una vez cada milagro). Cierto que parece que puede encajar algún tipo de apilamiento O MÁS BIEN REPETICIÓN LIMITADA pero de un modo más o menos fijo relacionado con números simbólicos (los tres deseos, puedes utilizar el talismán siete veces, las nueve vidas del gato...)

A la hora de establecer explicaciones la "razón" del gasto del conjuro podría encajar más o menos: recibes la bendición del santo en la ceremonia que aprovecha la canalización del santo para sintonizar con el Plano de los Santos a modo de atajo, cargas un objeto, utilizas las energías canalizadas por los conocimientos del santo, el objeto se descarga. Claro que pueden concebirse explicaciones convincentes del apilamiento, pero el tema es si merecen la pena. Como he dicho otras veces soy partidario de forjar reglas para un trasfondo y no al revés y aquí se ve claro.

Porque en mi opinión con el apilamiento el riesgo de banalización de la magia es muy significativo. La magia se convierte en una cuestión de reglas, de poderes de tu personaje que colecciona un número determinado de conjuros y paradójicamente pierde la magia. Imagínate a un cura echando a un enfermo la extremaunción tres veces por si no le da tiempo de volver a la aldea y le sobrevienen otras enfermedades; o un padre devoto musulmán fabricando 2 talismanes para su hijo con suras del Corán envueltas en piel de cordero porque a cada djinn que te ataque pierdes un uso. No es que no se pueda razonar y que quede bien es que no sé por qué habría esforzarse en ello cuando podríamos hacer las reglas que nos vinieran mejor.

Debe haber una razón de trasfondo (probablemente mal enfocada) que haya llevado al gasto de conjuros de los ordenados, de manera que la solución a la que lleguemos podría cargársela y hacer innecesario el propio gasto de conjuros.

Esta razón podría ser significar la importancia del rito y del catalista... er... liturgista como canalizador de las energías mágicas y la necesidad de reunirse en conciábulo a practicar extraños ritos particulares y específicos para sospecha del Eclesiarca Theoblanc. La magia no es del todo tuya, como sería un conjuro de adepto; funciona a través de la conexión con el santo que funciona a través del rito establecido. Así, la solución más evidente al problema (hacer que todos los ordenados o simplemente todos los pj's ordenados que lo deseen sean liturgistas) parece cargarse esa finalidad. Pero en parte pasa lo mismo con el apilamiento que podría banalizar esta intervención litúrgica.

Yo insisto (aunque no respondéis mucho por ahí ;-)) en que habría que plantearse el problema al revés para solucionar lo de la hechicería (mi propuesta-parche no tenía ninguna intención de cerrar el tema, sino de sacar cosas a debate).

¿Qué es solucionar el problema al revés? Sin pretender olvidar lo que sabemos de las reglas existentes del HQ, del HW o del RQ (oficiales u oficiosas) pero sin sentirnos condicionados para nada por ellas...

¿Cómo imaginamos a los ordenados? ¿cómo soñamos, inventamos concebimos la magia de esta gente? ¿y con los adeptos? ¿cómo nos gustaría verlos? Lo que sería un problema es que las reglas no nos coincidieran con lo que soñamos y nos obligaran a soñar cosas que no queremos. Respondiendo estas cosas, nos salen las reglas solas, si tenemos claro el trasfondo.

Al margen de todo esto ¿habéis pensado de que estos conjuros de un sólo uso bendiciones santoriles pudieran operar como espíritus de práctica (con las limitaciones oportunas ;-))? No digo que lo proponga, pero lo pongo sobre la mesa.

Saludos,

Antonio

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