En el corazón del Imperio la religión Solar es mayoritaria (hablo de la zona conquistada a los solares en la creación del Imperio, la tripolitanía); las personalidades solares suelen ocupar puestos de importancia en Imperio, de hecho les gusta considerar arrogantemente que son quienes dirigen el destino del Imperio y se identifican con la cruzada contra los orlanthis y el aumento de poder de la Diosa (lógico). Es de suponer que tras varios cientos de años que llevan conquistados habrán olvidado algunas costumbres propias (machismo, p. ej.) y adoptado algunas de las costumbres lunares, principalmente una tolerancia hacia el Caos. No hay que olvidar que tienen que convivir con él día a día, si se cruzan con un ogro, un broo, o con cualquier criatura obviamente caótica (humana o no) no pueden desenvainar al grito de ¡¡muere bestia inmunda!!, las leyes lunares lo prohiben. Por tanto habrán acabado "acostumbrándose" a la presencia del Caos.
Mi problema viene a la hora de juzgar esa actitud desde fuera del
Imperio por otros solares:
¿Cómo vería un Hijo de la Luz de Yelmalio (de Palmatela por ejemplo)
el hecho de que otro Hijo de la Luz tenga un vecino broo en el
barrio?. Según mis cuentas muy mal. Caos es Caos, lo pongas como lo
pongas, y el Caos ha de ser destruido; y si para destruir un bicho
del Caos forzosamente he de dejar de zurrarme con mi buen enemigo
orlanthi de toda la vida (¡o incluso troll en un caso extremo!) pues
dejo de zurrarme un ratito, y cuando nos hayamos cepillado al bicho
de turno ya discutiremos sobre el botín o la gloria o sobre viejas
rencillas (con lanza, espada o garrote, según el caso).
Es decir, para un Hijo de la Luz de Yelmalio que viva en Palmatela el
comportamiento de uno del corazón del imperio sería casi sacrílego.
¿Qué sucede con los casos intermedios?, o sea, la gente que sigue al
deidades del panteón solar en zonas recién conquistadas por el
Imperio, o zonas lo bastante cercanas como para que el imperio sea
una preocupación real [es decir, buena parte de Genertela ;-)]. Desde
luego les gustará que los orlanthis cobren un poco, pero no les hará
gracia eso de "tolerar al Caos" y "todo tiene su lugar en el mundo".
¿cuál de las posibles soluciones le parecería más deseable a un
sacerdote solar?, ¿como resuelve la dualidad odio al Caos/"odio" a
Orlanth?:
1.- La Diosa Roja gana a Orlanth. El Caos ha de ser tolerado. 2.- Los Orlanthis aguantan al Imperio, por tanto siguen molestando. 3.- Se destruyen mutuamente, Yelm es de nuevo reconocido por todoscomo Emperador. :-DDD
Desde luego tengo mis ideas con respecto a esto desde hace tiempo, pero me gustaría saber como lo habéis resuelto vosotros. Seguro que aparece algún punto de vista en el que no he caído, o un fallo en mi lógica o planteamiento que pueda corregir.
Muchas gracias, y perdón por la extensión. [¡y eso que he quitado argumentos por hacerlo corto! ;) ]
Ymrian
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